Hay quien dice que las series de verano son las más ligeras, las de tirarte en el sofá queriendo morir de calor mirando la pantalla sin pensar en absolutamente nada. Hay quien lo dice porque todavía no ha visto UnReal, la serie que llegó en 2015 para alegrarnos un poco la vida porque, si ver un reality ya es maravillosamente mamarracho, en UnReal lo que nos enseñan es lo que no estamos acostumbrados a ver, y creedme si os digo que se convierte en algo muuucho mejor.
¡Bienvenidos al culebrón tras las cámaras! Si quieres vivir al límite y tragarte todos los spoiler, lo dejamos en tus manos…
La primera temporada nos demostró que Everlasting no era tan eterno como parecía. Nos enseñó hasta dónde se puede llegar con tal de conseguir audiencia, que el fin justifica completamente los medios y que cuando te encuentras en el centro del huracán lo que permanece no es precisamente la calma. Nos enseñó la manipulación en todos sus sentidos y, como no, nos quedamos con ganas de mucho más.
Ahora ese mucho más ha llegado y toca destripar el comienzo de una segunda temporada que ha caído bien fuerte bajo el lema de ‘money, dick, power’ por ese justo orden. Rachel (Shiri Appleby) y Quinn (Constance Zimmer) lo tienen claro y, haciendo honor al tatuaje, nuestras protagonistas preferidas lo dan todo en una fiesta tan bestia que acaba mezclándose con el ritmo de los tambores y los ritos de la Patagonia. El cinismo, la manipulación y ese humor tan negro que hasta nos duele no han hecho más que empezar. Por eso tienen mucho que celebrar y es que, además, han conseguido a Darius Beck, el primer quarterback negro de su equipo y el primer negro que participará en un programa de este estilo. Algo que no tendría porqué destacar si no fuese porque están en un país tremendamente racista. Tienen la mitad del trabajo hecho. Crear problemas y poner una cámara delante para que los grabe. Juntar chicas blancas tradicionales con chicas negras que saben defender sus derechos. Chicas que no dejarían la universidad por meterse en un programa de este estilo, chicas que… ¡Oh shit! No hay nadie que manipule mejor que Rachel, y si te quiere en su equipo para ganar al de Jay, tienes un problema, y no hay nada que les guste más que un problema.
Una lucha sin moral alguna, una promesa de crear audiencia como nunca antes se había hecho en un programa del estilo. Todo un paraíso en el mundo del reality que produce subidones hasta cuando te obligan a presionar y preguntar si crees que eres responsable de la muerte de tu exmarido. Una fuente de dinero, pollas y poder.
Pero no todo podía ser tan bonito –bonito en el sentido productor de reality sin escrúpulos, claro está- porque en cuanto se abren las puertas de la limusina y todos esperamos impacientes para ver las caras de las aspirantes al encontrase con nuestro quarterback… ¡CHET! Sí, Chet (Craig Bierko) intenta luchar como un hombre y recuperar lo que es suyo. Ah no, espera, que lo anterior también se lo había robado a Quinn… Así que ponemos en marcha una lucha de gatas y leones completamente neurótica y frenética detrás de las cámaras por conseguir que lo que graban las cámaras sea todavía más fuerte.
UnReal sigue cumpliendo lo que promete. Nos ha introducido su nueva temporada y ya hemos vivido fiestas, drogas y mucha manipulación. Y no, todavía no nos hemos cansado. Ahora solo nos queda sentarnos a disfrutar.
¡Además! Ya sabemos que UnReal está renovada por una tercera temporada. ¡SÍ! Así que a disfrutarla con calma mientras nos quedamos pegados al sofá.
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