A finales de los años ochenta, la ciudad de Yonkers, en el estado de Nueva York, atraviesa una etapa convulsa cuando un reputado juez aprueba la nueva ley contra la segregación racial, que implica que los habitantes de cientos de viviendas de protección oficial sean redistribuidos en varios barrios de blancos. Esta decisión salomónica despierta una fuerte controversia protagonizada por centenares de ciudadanos que se manifiestan frente al ayuntamiento de la ciudad. En medio de la polémica, el joven Nic Wasicsko encuentra la ocasión de ascender en política y cumplir su sueño: convertirse en alcalde.
Después de los episodios finales de Game of Thrones y True Detective, las noches de los domingos de HBO se quedaron huérfanas, por lo que el canal dedicó el espacio a emitir la nueva obra maestra de David Simon, el guionista detrás de obras fundamentales de la televisión como The Wire, Generation Kill y Treme. Se trata de una miniserie de seis episodios escrita en conjunto con el periodista William F. Zorzi y que narra la historia, basada en hechos reales, del alcalde más joven de la ciudad neoyorkina de Yonkers. En apenas seis horas, los espectadores somos testigos del ascenso al poder de Wasicsko y de su posterior caída, del sentido de la justicia que guía sus decisiones y de cómo utiliza a sus aliados en política. Además, Show Me a Hero está teñida del costumbrismo social que caracteriza las obras de Simon, por lo que se revela como una ficción coral, capaz de retratar distintos puntos de vista y de diseccionar la segregación y el racismo inherentes a la sociedad estadounidense contemporánea, el mismo que vemos detrás de los disturbios actuales y de las declaraciones de los tuercebotas que aspiran a ser (y probablemente serán) los próximos presidentes del país.
El responsable de plasmar en imágenes un texto con semejantes pliegues y carga crítica ha sido el director Paul Haggis, que demuestra que sigue en forma tras sus escarceos con la cienciología y exhibe la mirada punzante que caracterizó Crash y En el valle de Elah. Como es habitual en las obras de Simon, la selección musical no es nada casual, sino que refleja el estado anímico de los personajes. La banda sonora de Show Me a Hero comprende canciones de Bruce Springsteen, de «Hungry Heart» a «Give it Name», que ilustran el viaje moral de Wasicsko, a las que hay que añadir el tema revelador que cierra cada episodio: «When People Find Out», de Steve Earle and the Dukes.
El resparto tampoco está elegido al azar, pues lo forman reputados actores que se lucen con cada minuto en pantalla, por ejemplo Alfred Molina, Jim Belushi, una recuperada Winona Ryder, Bob Balaban, Catherine Keener y Jon Bernthal (Shane para los amigos). Los acompañan intérpretes de trayectorias más breves, caso de Carla Quevedo y Natalie Paul, quienes ponen empeño en dar vida a sus personajes. Buena parte del peso dramático de Show Me a Hero descansa sobre los hombros de Óscar Isaac. El joven actor vive su mejor momento profesional, gracias a las interpretaciones de El año más violento y Ex Machina, que recuerdan al trabajo de Pacino en los setenta; y es capaz de construir un personaje creíble, humano y poliédrico con su retrato del alcalde Wasicsko.
Puede que la nueva ficción de David Simon pase desapercibida entre el arranque de la nueva temporada de series, pero no la dejen escapar. Show Me a Hero recupera el espíritu crítico y transgresor de la HBO original gracias a una lección de escritura dramática que se apoya en la mirada humana, aquella que remueve conciencias, y el trabajo de un reparto entregado.
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