Todos pillamos con retraso muchas series que en su día no empezamos y finalmente vemos algún día, ¿verdad? Pues en mi caso esta vez ha sido Transparent. Y sí, ya sé, podríamos coger a cualquiera de los Pfefferman, especialmente a los tres hijos del matrimonio —Sarah, Ali y Josh— y enumerar lo horribles, egoístas, mimados y egocéntricos que son por momentos. Pero yo me quiero detener especialmente en Josh (interpretado por Jay Duplass) porque su transfobia creo que merece un lugar especial en esta lista de personajes odiados y, además, los hombres que creen que todo el mundo gira en torno a su pene dan mucha perecita, para qué nos vamos a engañar.
Vamos a ir repasando motivos por los que Josh no es bien recibido en el Reino, así que habrá spoilers. Cuando empezamos la serie es un tío que trabaja de descubridor de talentos y hace triqui-triqui ocasionalmente con una muchacha jovencita que es precisamente uno de sus nuevos talentos. Bueno, pues cuando la chica se queda embarazada porque shit happens, ella quiere abortar porque no tienen ni una relación ni nada y es su puta decisión, a ver qué va a decir el tipo este. Josh, en cambio, se monta una película increíble en su cabeza y pretende pedirle matrimonio, se dedica a perseguirla y la chica termina acudiendo a su jefe por sentirse acosada. ¡Josh va incluso hasta su casa después de haber sido despedido por ello! Menos mal que ahí se entera de que la chica ya abortó y la deja en paz.

Normal que la muchacha le ponga esta cara de asco
Porque Josh es el típico hombre obsesionado con garantizar que tiene descendencia y sus genes se transmiten a la siguiente generación, sea cual sea el útero en el que los meta. Por eso cuando esta chica deja de estar embarazada, se le van rápidamente esas ganas repentinas de casarse. Pero posteriormente conoce a Raquel y la empreña a la primera (cuando se acaban de conocer y los dos acceden porque ¿qué podría salir mal?) y luego resulta que ya están enamoradísimos. El tema con Josh es que a veces parece que es “buen tío” en momentos así lúcidos porque él se cree que lo es, no porque realmente lo sea, entonces va de que quiere hacer las cosas bien y tal y cual… pero luego te das cuenta de que lo hace egoístamente. Sólo así se explica que una vez descubre que ya tiene un hijo secreto (fiu, por fin sus genes prevalecerán, qué machote, nos tenía preocupados) y Raquel tiene un aborto espontáneo, decida de nuevo centrarlo en su persona hablando de que mejor no lo intentan más porque le hace pupita. Está ahí la pobre Raquel hecha mierda en uno de los peores momentos de su vida, que dices tú que cualquier persona con un mínimo de empatía entendería que debe preocuparse por ella y apoyarla sin que tengan que decírselo, ¿no? Pues el tío va y se pira a una fiesta. Y olé. No me extraña que Raquel le dijese hasta luego, Mari Carmen.

«Eres un capullo, hermanito»
Con todo esto Josh ya debería estar más que cancelado, pero es que además a lo largo de toda la serie con la salida del armario de Maura lo único que le importa es cómo le afecta eso a él. Tiene un drama porque siente que ha perdido “a su padre”, que nunca fue su padre y lleva toda su vida escondiendo su verdadera identidad, pero ¿eso a él qué cojones le importa? Lo importante es hacer mucho bua, bua, porque habrase visto no ser el centro de atención de algo. Es más, quiero recordar que su reacción al enterarse fue pensar que Maura tenía demencia y que hacía todo aquello por llamar la atención, mientras sus hermanas intentaban explicarle que el tema no funciona así. Que me diréis que Ali también se quedó un poco WTF al principio, pero realmente quien mostró signos de evidente transfobia con comentarios despreciativos y riéndose porque le parecía un chiste fue y sigue siendo Josh. Muchos capítulos después continúa sin poder aceptarlo porque siente que ha perdido a su padre y tiene una crisis filiopaterna. Masculinity is so fragile.
No acaba aquí la cosa. Josh también da asco profundo durante el road trip que se monta con Shea, a quien trata como la mierda cuando parece que empiezan a tener una cierta química. Shea trata de abrirse un poco y contarle lo que supone salir con otras personas siendo trans, luego coquetean… lo típico. Pero el señorito Josh decide que acaba de tener una grandísima idea y allí en medio de la absoluta nada le suelta que con ella no se tiene que preocupar por dejarla embarazada y puede relajarse del palo qué guay jeje, cómo mola tratarte como un fetiche jeje, mira qué ocurrencias tengo jeje. Qué guay preocuparte siempre por tus necesidades sexuales y cosificar así a una mujer trans, qué bien todo… ¡un aplauso en la cara! Luego parece que va a disculparse y Shea más o menos lo perdona pero ¡ja, picasteis! Cuando ella le cuenta que tiene VIH Josh se comporta como un capullo porque lo que quería era mojar el churrito, argumenta que se lo merece porque es un buen tío y a poco más la llama puta. Toda esa escena da ganas de vomitar. Tal y como dice Shea, fuck you! Fuck you, Josh!

Shea diciendo a Josh lo trozomierda que es me representa
Y sí, ya sabemos que Josh tiene muchos issues con lo de Rita, al fin y al cabo se entiende que con esa adolescencia esté como unas maracas, pero ese no es motivo para tratar a las mujeres como objetos con tal de cubrir tus necesidades de hombre inseguro y tampoco para ser tan rematadamente transfóbico. Así que, parafraseando la conocida frase de Brooklyn Nine Nine (que ya ha trascendido la propia serie, porque yo ni siquiera la veo)…
Cool motive, still machirulismo.
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