El momento que todos los Ministéricos temíamos ha llegado: Pacino ha abandonado el Ministerio del Tiempo. Pero, ¿cómo? ¿Por qué? Como decían los Fresones Rebeldes: ¿Dónde va? ¿Volverá?

 

Es el curioso caso de un personaje que llegó para sustituir temporalmente a otro y consiguió ganarse los corazones de todos los fans y convertirse en el favorito de la mayoría. Desde aquí queremos hacerle un homenaje con los 10 motivos principales por los que le amamos:

 

 

1. Tiene más huevos que nadie. Toda la serie dándonos la brasa con que no hay que cambiar la Historia, pero a él se la suda y le salva la vida a su padre.

«A mí no me vacile, jefe».

 

2. Sus momentazos épicos haciendo de cura en el capítulo de Napoleón. “Mira Rodolfo, me parece que tú has venido aquí a confesarte, pero vas a salir comulgando de la hostia que te voy a dar«.

«La hostia».

 

3. Tiene química con todos, y digo TODOS, los personajes de la serie, desde Salvador hasta Alonso, desde Irene hasta Amelia, e incluso con Julián, aunque sólo se crucen dos minutos.

Mulder y Scully al rescate.

 

4. Y ésa es otra… Pacino y Julián juntos serían un cachondeo tremendo, no me lo neguéis.

«Hombre, colega, no te veía desde Al Salir De Clase».

 

5. Y admitámoslo: Hugo Silva es un actorazo como la copa de un pino.

«¿A que te arreo así con el puño cerrao?»

 

6. Amelia y Pacino. Pacino y Amelia. ¿Amino? ¿Pacelia? Da igual, ¿se puede ser más adorable que estos dos?

The momentazo.

 

7. Por la noche con su coche, apatrulla la ciudad… ¡a ritmo de los Chichos!

«Ni más ni menos, ni más ni meeenos».

 

8. Su gran pasión por Serpico.

Si es que hasta tiene un aire, el jodío.

 

9. Es un cachondo mental. Las caras que pone y las burradas que dice, a veces no estás seguro de si es Pacino o el propio Hugo Silva.

Dios, qué risa de escena.

 

10. Sus bigotes, sus solapas, sus greñas, sus patillas… Nadie tiene un estilazo como el suyo.

Ríete tú de Travolta en Fiebre del Sábado Noche.

 

Por todo esto y por mucho más: no te vayas, Pacino, no te alejes de aquí (adiós Pacino, pensaré mucho en ti). Te queremos.