Tras haber sobrevivido a los finales de temporada, aún estamos de luto; Revenge se ha acabado para siempre, es real, esa serie que nos enganchó nada más ver a Emanda con su caja de doble infinito y una rebuscada venganza llegó a su fin. Ya no tendremos más hate-watching, ni podremos pelear los del #teamDaniel contra el #teamJack… Y si es que algo tiene esta serie, es el poder enamorarte y odiar a cada personaje en cuestión de capítulos. O incluso dentro del mismo capítulo. Por ello, hacemos repaso a algunos de esos personajes de Revenge que tanto nos han inspirado.
Emily Thorne (Emily VanCamp)
«Y así me paso toda la serie, mirando de forma amenazante»
Emily Thorne -o Amanda Clarke, eso ya al gusto del consumidor- es una chica con el corazón roto que llega a un barrio de pijos de revista para quitar de en medio a la mitad con tal de vengar a su padre. Si esa premisa no hace que te pongas de su parte -porque quieras que no los Grayson también tienen su puntillo- los flashbacks sobre lo mal que lo ha pasado en la vida ayudan, y si encima le añades todo el arsenal de accesorios -véase el rotulador rojo, los dobles infinitos o a Sammy- se le acaba queriendo. Puede que la chica también la líe en algún que otro momento, y es que no es justo cómo tiene a Nolan en la palma de su mano o lo que hace cuando se le va un poco la pinza y no mira más allá de su objetivo, pero Emily tiene claro lo que quiere y aún así nos va abriendo su corazón a lo largo de las cuatro temporadas, enseñándonos que también es persona y liándose con todos los tíos buenos de la serie.
Nolan Ross (Gabriel Mann)
«Ems si me explicases el plan entero a lo mejor no tendría que vivir con esta cara de duda»
No hay manera de no amar a Nolan. Si el hecho de que sea la persona que consigue abrirle los ojos a Emily y mostrarle la verdad sobre su padre no te hace morir de amor, sólo diré que también es la persona más buena y fiel del universo, y divino de la muerte, además de un genio de la informática, y es que en cualquier serie en la que necesites cargarte a los malos, un amigo que controle los ordenadores con los ojos cerrados no viene nada mal. Aún así, es el que peor parado sale, y penica que nos da a nosotros. Mientras Emily se lía con medio reparto, a Nolan o se le mueren o acaban huyendo (véase Tony, Patrick, Padma, Tyler, Louise…) aunque realmente de lo que huyan sea de Los Hamptons, porque es imposible no amarle a él.
Victoria Grayson (Madeleine Stowe)
La que ríe la última no ríe mejor, querida
Victoria es la gran reina y diosa de Los Hamptons, una horrible y cruel mujer que vive escondida tras el postureo y las fiestas de lujo. Una hija perfecta, un marido rico, un hijo bastante mono… ¡Oh, wait! Eso pasó hace unas cuantas temporadas… Victoria es una mujer con un pasado terrible, una superviviente que conoce sus capacidades y que ha aprendido a manipular sin ningún problema. Nunca se llega a saber realmente a quién quiere y a quién utiliza -es muy probable que sólo se quiera a ella misma- y aún así tiene un carisma con el que se come al resto de los que la rodean. Una enemiga más que a la altura.
Louise Ellis (Elena Satine)
«¿No puedo ser adorable y haber matado a mi padre a la vez, no?»
Louise es una chica rota, herida y que ha ido pasando de un psiquiátrico a otro porque la figura de su madre se le apetece para atormentarle cual Norma Bates. En uno de esos viajes, no tiene mejor compañera con la que encontrarse que Victoria. Y si el hecho de que su figura no te haga enamorarte de ella, los montajes con paint y fotos de Victoria o el momentazo en el que su verdadera madre aparece y todos nos quedamos wtf?! serán más que suficientes. Está loca, vale, lo aceptamos. Ama a Victoria por encima de todas las cosas y cumple el perfecto requisito de odiar a su familia, pero se gana nuestro corazón en el momento en el que congenia perfectamente con Nolan y jamás entenderemos porqué se le va la pinza tanto como para pedirle hijos… Aún así, gracias Louise por volver al lado bueno en el último segundo.
Jack Porter (Nick Wechsler)
‘Sí, soy el hombre que se casó con dos Amandas Clarke’
Puede que el hecho de ser el amor de la infancia de la protagonista de la serie obligue a los espectadores a que te quieran, pero es que chico, la reconoce hasta tu perro y tú te acabas casando con su «mejor amiga» pensando que es ella… Tampoco se entiende demasiado qué es del hijo de Jack, ¿realmente existe? ¿Gana suficiente para pagarse una canguro 24 horas? Porque sólo lo usa para regalarle una pulsera a Margaux y que no se dé cuenta de que es una trampa. Aún así acaba teniendo su momento, y es que parece ser que el primer amor es el amor verdadero.
Charlotte Grayson (Christa B. Allen)
«Pues ahora me enfado y no respiro» Aunque ni por esas se suicida bien…
Charlotte Grayson podría ser considerado el personaje con más intentos de suicido fallidos de la televisión. Una adolescente rica que se enamora del chico pobre del barrio, no se sabe muy bien si por llevar la contraria o porque de verdad le quiere, pero el hecho es que le sirve a la perfección para iniciar su venganza personal contra sus padres y darse a las drogas. Vive engañada por todos: su madre, su padre que no es su padre, Emily… Y encima Jack que es el único en el que confía va y la secuestra, si es que tampoco le podemos pedir mucho.
David Clarke (James Tupper)
«Seguro que si miro al doble infinito parecerá que sé actuar»
Empezando por el hecho de que jamás debería haber vuelto a la vida, la cosa de que actúe peor que una piedra tampoco ayuda a David Clarke a que le amemos demasiado… El padre perdido que no se preocupa por encontrar a su hija y que cuando la tiene delante piensa: Ay, qué tatuaje de doble infinito más bonito tiene esta moza, ¡y vive en mi antigua casa! Hala menuda coincidencia, ¿no? Aunque realmente agradecemos tu enfermedad crónica para que no nos duela tanto que acabes ensuciando el nombre que tu hija lleva cuatro años limpiando, aunque sea por un buen fin.
Margaux LeMarchal (Karine Vanasse)
«Yo tampoco me creo que haya salido viva»
Si alguien ha querido a Margaux alguna vez en su vida debería replantearse su existencia en este planeta. Nuestra francesita vive con cara de enfado 24 horas al día, es una periodista completamente objetiva -y si no mirad los titulares de sus artículos- y pasa de un bando a otro como Pedro por su casa. Que ahora amo a Jack y odio a Victoria por ir tras mi padre, ah no, perdona, que es mi familia y me quedo embarazada de Daniel, se me muere y ahora odio a Emily, uy no, que me arrepiento y me entrego.
Daniel Grayson (Josh Bowman)

«Ni poniendo ojitos me salvo»
Daniel Grayson no es aquí más que una víctima. Vale que el chico tuvo un pasado turbio, pero es que el apellido Grayson pesa demasiado. Mira que te habría ido bien siendo poeta por ahí perdido, pero el poder es el poder, y tampoco es que vayas a pasar de una chica mona que te tira una copa en una fiesta… Pero por mucho que odie a Emily y muy mal que se haya portado con él el mundo, Daniel en el fondo es buena persona, y acaba salvando a Emily y sirviendo una vez más de excusa para que su madre y Margaux empiecen otra vendetta. Encima ni le nombran en la boda, si es que…
Y a vosotros, ¿os han inspirado lo mismo estos personajes? ¿Echaréis de menos la serie aunque su cancelación fuese misericordiosa?
Sin duda sus locuras, sus luchas de arpías y sus dobles infinitos no los olvidaremos.
Nolan es adorable, pero a Emily Thorne la veo casi tan mala como Victoria, pues en su plan de vengar a su padre inocente, se lleva por delante a muchos inocentes, en especial a Daniel Grayson (le fingió amor -algo muy cruel-, le fue infiel, le mintió sobre un embarazo inexistente y le saboteó su posibilidad con Sarah, etc.); su actitud de » no te debo explicaciones, acepta lo que digo» con Margaux, pretendiendo que ésta acepte el descrédito a Daniel ( pero ella – Emily- sí merece todas las explicaciones del mundo y sí debe limpiar el nombre de su padre); el hecho de que todo lo que hace sus amigos lo consideren justo, independientemente de que sea ilegal, inmoral o fraudulento.
Victoria es una excelente villana, con sus luces y sus sombras, hace cosas terribles pero cuando trata de redimirse y cuando sufre ( como por la muerte su hijo) uno creería que ya es suficiente, y ahí es cuando me parece una exageración de parte de Emily.