En 2014 dos Lucis asaltaron nuestras pantallas. En el cine, Scarlett Johanson se puso en la piel de una joven con superpoderes de nombre Lucy. En la televisión, Nuncy Valcárcel pasó mucho más desapercibida con su Luci, una mujer hecha y derecha, de armas tomar, pero mucho más normal que la Lucy de Scarlett Johanson.

Luci es morena, bajita y de curvas tan exuberantes que podría haberse comido dos o tres Scarletts. Cerca de los cuarenta, tiene su vida montada: un trabajo como jardinera, un hijo adolescente y un marido en crisis. La vida le sonríe, pero con muy mala leche. Y es que su vida se desmorona precisamente por todo lo que daba por hecho. De pronto, su hijo ya no es un perfecto angelito y su marido no se conforma con ella. Sí, hay otra.
Luci se convierte en toda una heroína sin necesidad de super poderes. Ya es bastante complicado sacar adelante una casa como madre soltera de un adolescente, superando un divorcio y enfrentándose a un jefe un poco loco como para necesitar ciencia ficción. La vida de Luci es como la vida misma, solo que aquí, cuando te pasa algo malo, te ríes.
Luci es una heroína, eso está claro. Entonces, ¿por qué pasó mucho más desapercibida? Pues porque es gallega. Sí, suena a una nueva clase de discriminación que me acabo de inventar, en plan “contigo no, gallego” pero, en cierta medida, tengo razón. En un mundo donde existen hasta los superhéroes gays, ¿por qué no hay superhéroes gallegos? Bueno, haberlos, haylos. El caso es que no se les conoce.
Y es que para mí, los creadores de Luci (gallegos, por supuesto), son tan héroes como la propia Luci. Mientras la ficción nacional apuesta ya definitivamente por las comedias de setenta minutos (por si no fuese complicado ya de por sí mantener el humor durante los 50 que venían durando) llega Luci para demostrar que se pueden hacer sitcoms de media hora.

Actualmente Televisión de Galicia emite con éxito su segunda temporada demostrando que las series españolas tienen mucho que ofrecer, aunque sea desde esta esquinita del mapa en la que los superhéroes ni son conocidos ni les hackean el móvil en busca de selfies desnudos.
O sea, que en España no es habitual que las mujeres hagan comedia. AJÁ. Voy a ignorar esto por mi propia salud mental. En cuanto a series, supongo que títulos como «¡Ala.. Dina!», «Hostal Royal Manzanares» o la más actual «Ciega a Citas» escapan a tu conocimiento. Ok. No sé si todo esto lo dices por ignorancia o porque vives en un universo paralelo en el que las mujeres cómicas no existen. Pero ahí no voy a entrar, no es mi guerra. Lo que sí te digo es que porque haya más series protagonizadas por hombres no significa que sean poco habituales las protagonizadas por mujeres.
En todo caso, a lo que me preocupa: Luci. Tus comentarios acerca de su físico NO son relevantes, ni muchísimo menos determinantes. Por mucho que intentes justificarlos con datos absurdos que te acabas de inventar (no es habitual ver mujeres blablabla) no son más que críticas disfrazadas sobre su aspecto por no seguir los cánones de belleza establecidos -impuestos- (con los que supongo que estarás familiarizado y encantado). Y en cuanto a la objetividad de tus comentarios, permíteme que te corrija (ya que a estas alturas está claro que no manejas bien el significado de objetividad): decir que «podría haberse comido dos o tres Scarletts» no es un comentario objetivo, es un chiste a costa del físico de la protagonista que te has sacado de la manga para hacerte el graciosillo.
Un saludo y adiós.
Pd: «Los misterios de Laura» está catalogada en varios géneros, entre ellos la comedia.
Hola de nuevo. Primero, hablo de España. María Pujalte no ha protagonizado ninguna comedia (o, como mucho, ha sido protagonista coral). Carmen Machí sí, con ‘Aída’, pero es un caso especial. Primero, está más cerca de los cánones de belleza que Luci y segundo, es un spin-off. Esa serie nace gracias al éxito de ese personaje en una serie en la que no era la única protagonista.
El mérito de ‘Luci’ es que surge de la nada más absoluta. Es una serie completamente nueva sin referentes.
En todo caso, no creo que el hecho de que puedas mencionar dos ejemplos de mujeres que han hecho comedia en los 60 años de televisión en España pueda considerarse como un hecho habitual.
En cuanto a lo objetividad, sí, insisto en ella. ¿Tiene curvas Luci? Sí, está gorda. Es un hecho. ¿Ocupa por tres Scarletts? Pues no he hecho una operación matemática para calcularlo pero, así a ojo, sí. Es una expresión popular. Esto es objetivo. Luci es mucho más gorda que Scarlett. ¿Cuál es más guapa? ¿Cuál está más buena? Pues ahí yo tengo una opinión muy clara pero es mía, subjetiva, y me la guardo.
Y como sospecho que mis palabras no te convencerán, te animo a ver la serie y ver que el físico de Luci no es un problema pero sí esdeterminante en la historia, igual que en mi artículo.
Gracias por leerme!
¿Que no es habitual que las mujeres sean protagonistas de comedias? MADRE MÍA, ¡si cada día hay más! Amy Poehler, Tina Fey, Lena Dunham, Julia Louis-Dreyfus… aunque bueno, tampoco hace falta irse tan lejos, en España tenemos actrices como Carmen Machi o María Pujalte que lo han petado con sus respectivas series y no tienen cuerpos «esculturales» precisamente.
Y en cuanto a los comentarios sobre el físico de Luci, pues ya ves tú. Si decir que «es morena, bajita y de curvas tan exuberantes que podría haberse comido dos o tres Scarletts» te parece una descripción objetiva, apaga y vámonos.
Hola, anónimo! Tristemente, sí es necesario resaltar el físico de la protagonista porque ni es habitual que las protagonistas de comedia sean mujeres ni es habitual que no sean de cuerpo escultural. En cualquier caso, son hechos fehacientes. Luci es así. Es una descripción objetiva, así que si te ha molestado, siento tu susceptibilidad.
«Luci es morena, bajita y de curvas tan exuberantes que podría haberse comido dos o tres Scarletts», «una protagonista femenina (que además no es un pibón)».
¿En serio es tan importante resaltar así el físico de la protagonista? En fin.