Es indiscutible que los nuevos capítulos de The Good Wife están recuperando el rumbo que se espera de una de las mejores series de los últimos años, después de una sexta temporada más que discutible. Sigue siendo un referente en el que otras deberían fijarse, y si le pedimos más es porque sabemos que puede dárnoslo. Pero también es cierto que, a pesar del gran nivel, acusa claros síntomas de desgaste y que algunas de las tramas están siendo metidas con calzador, a pesar de unos primeros capítulos más que prometedores, que se pueden ver en Fox Life. Cuidado, porque puede haber SPOILERS a continuación.
Una de las más claras es la intención de Peter Florrick (Chris Noth) de presentarse nada más y nada menos que a la presidencia de los Estados Unidos. Toma ya. Los guionistas, claramente inspirados en Donald Trump nos quieren vender que un señor que fue acusado de malversación de fondos, de acostarse con prostitutas y que estuvo en la carcel no hace mucho, puede ser elegido presidente del país más importante del mundo. Ya fue difícil de creer que pudiera rehabilitarse tanto como para que más de medio Illinois le votase como gobernador, y no digamos nada cuando pensó en la vicepresidencia. Pero lo de poder ser el sucesor de Obama, ya no lo compro.

Alisha es la unica encantada con este momentazo
Por otro lado, Alicia (nuestra Alisha, Julianna Margulies) anda ocupada montando su propio bufete (y van…). Los primeros capítulos fueron muy entretenidos, con nuestra prota volviendo a sus orígenes, tratando de abrirse camino como abogada de oficio, en un nuevo escenario, con nuevos compañeros y un espíritu más que renovado. Pero de repente, parece cansarse y decide volver a crear un bufete con la nueva copia de Kalinda, una tal Lucca, que de repente se convierte en su nueva mejor amiga. Otra vez, Alicia tratando de tomar el control de su vida y trabajando por su cuenta. Cuesta creer el proceso, ya que en un principio nadie quiere contratarla (no olvidemos que es la esposa de un candidato a la presidencia. Sus contactos y el juego de poder en el que se mueve debería facilitarle mucho la publicidad y la tarea de conseguir casos). Pero de pronto, su hija, con un par de ordenadores y un simple teléfono logra varios contratos en un día.
Muy entretenido todo, pero cuesta bastante creerlo. También echamos de menos una mayor presencia del otro bufete con Diane (Christine Baranski) y Cary (Matt Czuchry) y una mayor integración en las tramas de Alicia. Porque sinceramente… no sabemos muy bien qué pintan ahora mismo en la serie. Tampoco sabemos por qué ayuda Louis Canning (Michael J. Fox) a la Florrick, esperemos que haya una explicación coherente y que no haya servido sólo como excusa para que Alicia sobreviva por cuenta ajena.
Tampoco compro el momento de «tensión sexual no resuelta» entre ella y ese investigador tan, tan ¿sexy?. Una relación no muy sutil y forzada, para conseguir que por fin nos olvidemos de Will y creamos que Alicia puede encontrar el amor de nuevo. Mucha caída de ojos y media voz para este Casanova, de pasado tormentoso y presente no muy claro, que viene a salvar a Alicia de su soledad, y que al final resulta ser un cliché del maduro rebelde e incomprendido con un gran corazón y que al parecer, debe resultar irresistible.

Más de esto, por favor
Eli (Alan Cumming) por otra parte, parece ya haberse olvidado de la venganza contra Peter y su odio a Ruth (Margo Martindale), que prometían ser de lo mejorcito de la temporada. Los guionistas se han olvidado pronto de esta trama y han decidido que Eli caiga en las redes del amor con Courtney (Vanessa Williams), una multimillonaria que pasaba por allí y que sin previo aviso, se besa con Eli. Si hablábamos antes de historias metidas con calzador, ésta se puede llevar la palma. Además la historia se queda en stand by, pero es el catalizador para uno de los grandes momentos de la temporada y que implica que Eli se sincere con Alicia sobre cierto mensaje de Will que borró hace seis años.

Y menos de ésta
Y como el amor está en el aire, la siguiente pareja que nos han sugerido es la de Lucca y Cary. Sí, Cary, ese abogado enamorado hasta las trancas durante seis temporadas de Kalinda. Pues ahora, sin dejarnos entrever cómo ha afrontado su marcha ni darle ningun tipo de profundidad al asunto, insinúan esta otra historia. A ver si la manejan bien y no van a trompicones, como con Eli.
El capítulo de este domingo ha sido el último antes de tomarse el descanso navideño al que obliga la programación de Estados Unidos, y sin saber todavía si estamos ante la última temporada de la serie. Queremos un cierre por todo lo alto y para ello no es tarde para olvidarse de personajes sin carisma y de historias que no aportan nada. Aún hay solución, hablamos de una serie que ostenta el trono de mejor producción televisiva del momento, y siempre le exigimos más. Céntrate Alisha, olvídate de maromos sin sustancia y de abrir bufetes sin parar. The Good Wife debe despedirse como una grande, porque lo es.
Puedes ser el primero en comentar :)