Después de una decepcionante y algo floja segunda temporada, Masters of sex afrontaba su tercera entrega con más detractores que defensores. Muchos fueron los que la abandonaron por el camino creyendo que la serie de Showtime no volvería a estar a la altura de su maravillosa primeros capítulos. Y así es, esta tercera entrega tampoco ha llegado al nivel de la primera, pero está a años luz de la (aburrida) segunda temporada. Por eso, en Reino de Series os traemos unas cuantas reflexiones sobre cómo han evolucionado las vidas de Masters y Johnson, y qué ha ocurrido con su revolución sexual. Quién no haya visto todavía la tercera temporada de Masters of sex queda avisado porque a partir de ahora habrá SPOILERS.

mastersTenemos que decirlo. Masters of sex se ha convertido en un auténtico culebrón. Pero, ¡qué bien le sienta! La tercera temporada arrancaba con un gran salto en el tiempo y eso le vino muy bien para compensar el estancamiento al que se vio sometida la segunda. Los niños han crecido, los adultos también y con ellos todos los problemas que conllevan la adolescencia, la juventud y la “vida en familia”. Henry (Noah Robbins) ya no es ese niño dulce y soñador; se ha convertido en todo un hombre y decide alistarse en el ejército pese a la contraria opinión de su madre. Pero sin duda la que más juego a dado esta temporada ha sido Tessa (Isabelle Fuhrman). Ella vive su propia revolución sexual y odia a su madre, pero en el fondo es el vivo reflejo de Virginia (Lizzy Caplan), algo que la psicóloga nunca hubiera querido. Algo que sorprendió a comienzo de temporada es el repentino embarazo de Virginia, ¿de George (Mather Zicker) como ella dice o de Bill (Michael Sheen)? Giny decide no abortar y seguir adelante con su nueva maternidad, una maternidad que le dará la oportunidad de enmendar los errores cometidos con sus otros hijos. Pero Virginia sigue cometiendo los mismos y cada uno de los errores que cometió con Henry y Tessa, y el más grave de todos: anteponer el trabajo a su familia.

Lo de Bill Masters y sus hijos es otro cantar… Es cierto que esta temporada Bill ha evolucionado a pasos agigantados, ha intentado ser amable, empatizar y ser comprensivo, aunque con sus hijos no le ha dado buenos frutos. John (Jaeden Lieberher), el hijo mayor, muestra el odio y el miedo que tiene hacia su padre. No es que Bill no quiera a su hijo, es que no sabe cómo tratar con él, tiene miedo a convertirse en su propio padre: el padre que le maltrató, le pegó y que hizo que Masters sea así como es. Los otros hijos de Bill y Libby (Caitlin FitzGerald) son una mera anécdota…

masters2Bill y Virginia han estado más separados que nunca, su relación se ha quedado fría. Bill comenzó su programa de surrogates para ayudar a solteros con problemas disfuncionales sin la aprobación de la psicóloga. Mientras tanto ella sigue empeñada en llevar a cabo el estudio de aromas junto al atractivo Dan Logan (Josh Charles) cayendo rendida en sus brazos buscando un poco de felicidad y de descanso, y para darle en las narices a su odiosa madre que se entrometió en su vida amorosa sin ton ni son. Y que no se nos olvide, Virginia accedió a casarse (otra vez) con George debido a su situación (nuevo bebé en la familia) y por el qué dirán. De George no volvimos a saber nada…

No podemos olvidarnos de Libby porque ha sido una de las maravillas de estos capítulos. Libby no quiere engañarse más, sabe que su marido está enamorado de Virginia y que nunca le va a hacer caso, además ya ha perdido todo el respeto y la admiración que tenía por su marido. Libby se ha cansado de ser una mujer florero y por eso decidió centrarse en la historia de sus vecinos. Paul (Benjamin Koldyke) le regaló la felicidad que ella necesitaba, incluso le pidió matrimonio… Pero cuando Libby estaba dispuesta a dejar a Masters y tener una oportunidad de ser feliz (que ya se lo merece) se encuentra con la acusación de pederastia y proxenetismo de su marido, y decide proteger a su familia.

Pero la tercera temporada también ha tenido sus altibajos como la innecesaria trama del gorila que quedó en el olvido o la inclusión de personajes que no encajaban en la historia: Lester y Jane, la trama con el doctorcito rubio… Pero sin duda tenemos que destacar para bien a Betty (Annaleigh Ashford) que ha sido cariñosa, sensata, realista y ha arreglado los problemas que iban causando Masters y Johnson. También destaca Barton Scully (Beau Bridges) y su salida definitiva del armario, y como siempre hay que señalar la presencia de Allison Janney. Y por supuesto nos ha gustado la presencia de Josh Charles con ese halo de seducción que desprende.

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El capítulo final de la tercera temporada nos ha dejado con Virginia huyendo junto al atractivo Dan Logan, Bill después de confesarle a su mujer que lleva manteniendo una relación con Virginia desde hace mucho y de declararle su amor a Giny, se ha quedado completamente solo, sin reconocimiento, sin su familia, sin nada. Libby se ha hartado de ser infeliz y buscará su felicidad en brazos de ¿Paul? Tendremos que esperar a la cuarta temporada para despejar todas nuestras dudas.