Dale una caja de lápices a un tonto y no lo harás tan feliz como a mí si me das un zombie. Me encantan los zombies y no sé por qué porque, la verdad, todo el tema vísceras, sangre y asquerosidades varias me desagrada por completo. Los muertos vivientes me fascinan y por eso no puedo evitar echar un ojo siempre a todas las series de zombies que se cruzan por mi camino: The walking dead, Fear the walking dead, Z Nation… ¡Si hasta vi el piloto de Zombieland! (madre mía…) Pero no solo de ficción vive el hombre y mi última fascinación ha sido un reality. Sí, un reality con zombies (y no me refiero a Dead set). Un reality de verdad, uno de esos experimentos sociológicos televisados que tanto le gustan a la Milá. Y oye, de la BBC nada menos. ¿Su nombre? Más claro, imposible: I survived a zombie apocalypse.

Después del 3G llegó el 4G y, después, el 5G. Pero quién nos iba a decir que esta última evolución tecnológica iba a convertir a la humanidad en muertos vivientes. Y no es una metáfora. Este es el punto de partida de I survived a zombie apocalyse, un reality en el que un grupo de desconocidos intenta sobrevivir entre hordas de zombies mientras esperan a que el ejército de la Gran Bretaña los rescate. Una frikada en toda regla, sí, pero una frikada muy divertida.

 Los concursantes, que no compiten por mayor premio que lograr sobrevivir durante los siete días que dura el programa, se lo tienen que tomar muy en serio. En ello se les va la vida. Pero lo bueno de este reality es que a ti no. Tú puedes disfrutar recostado en el sofá riéndote y gozando como si de Zombies Party se tratase.

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Además de sobrevivir a los zombis, los concursantes tienen que aguantarse entre ellos. ¡Esto es un reality!

El programa tiene sus buenas dosis de reality. Los protagonistas viven con cierta seguridad en una especie de bunker pero diariamente necesitan salir al exterior para realizar dos o tres misiones. Necesitan conseguir elementos básicos como agua o comida, pero también útiles que ayudarán al ejército en su rescate. Es ahí cuando algunos de los concursantes se deben enfrentar al peligro. El primer escollo es decidir quién. ¿Quién pondrá su vida en peligro a favor del grupo? ¿Será un voluntario o será una votación? La toma de decisiones es fundamental y la convivencia siempre se resiente. No es el punto más importante del programa, pero es un buen aliño que siempre despierta curiosidad. Y es que oye, no es lo mismo que discutan por los papeles de la paella que por quién tiene que ir a buscar agua para todos jugándose la vida en el intento. No es lo mismo.

Sin sustos, I survived a zombie apocalypse tiene también todo lo bueno del terror. Decidido quién va a completar la misión, los elegidos salen del bunker y se enfrentan a lo que el programa les ha preparado. Al principio todo es lo que parece pero pronto empieza a torcerse todo. El peligro puede estar a la vuelta de la esquina y, aunque sabes cuántos han salido, no sabes cuántos volverán. No sabes ni si alguno volverá. La tensión es constante y el programa ha sabido construírla muy bien. Estarás al borde del sofá deseando que se salve tu favorito… y cruzando los dedos para que se coman a ese que odias. Por que sí, si un zombie toca a los concursantes, están perdidos y pronto sus vísceras estarán por el suelo.

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Mensaje de la Agencia Preventiva de Transformación Neurológica y Zombificación.

Pero por mucho que me guste el reality o el terror, a mí lo que logró cautivarme es el humor. El tono del programa no es el de Un príncipe para Corina… ¡pero casi! El presentador es un cachondo y queda claro desde el minuto uno pero el clímax de la risa llega con los anuncios gubernamentales en los que te explican cómo proceder en este nuevo mundo lleno de muertos vivientes. Los «Public Service Announcement» con su cautivador lema «Avoid Zombies, Stay alive» son lo mejor que me ha pasado en el mundo realities en mucho tiempo. Después de las mejores temporadas de Survivor, claro.

La guinda del pastel es un elenco de concursantes muy variado, con distintas personalidades y distintas formas de entender la vida y vivir el miedo. Si apuestas quién llegará al final, lo más probable es que te equivoques de pleno y eso es precisamente lo mejor que le puede pasar a un reality. Es impredecible.

I survived a zombie apocalypse es un programa perfecto para disfrutar de los zombis, del reality, de la tensión y de la risa. ¡Y además es educativo! Avoid zombies, stay alive.

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