God Save The Queen

“Always the villain, even when I’m not”
Definir el concepto de Diosa sin caer en aspectos físicos o emotivos es complicado, digamos que diosas (y dioses) son aquellos personajes grandes, con personalidad propia, consecuentes, con sentido del humor, aquellas que sólo con salir a escena mejoran un episodio. Addison Montgomery, Olivia Dunham, Leslie Knope o Lorelai Gilmore son diosas.

 

Hablemos pues de la diosa de los cuentos, la genialidad personificada en villana de Once Upon A Time (Érase una vez), hablemos de Lana Parrilla y su Evil Queen / Regina Mills.
 
Probablemente Regina sea el único personaje de esa serie con dos dedos de frente, para empezar es el único con una personalidad compleja y un desarrollo del personaje a través de las temporadas. Las cosas le afectan, su hijo le afecta, que el pueblo entero le haga bulliyng le afecta y no cae en el maniqueísmo de “como soy bueno soy el mejor” o viceversa.
 
Empezó siendo “la mala del cuento”. Queramos o no era la Evil Queen y eso etiqueta mucho, pero algo dentro de nosotros la comprendía, parecía una madre que no quería que una señora montada en un escarabajo le robara a su hijo, vamos una mujer normal y corriente. De hecho ahí ya pudimos empezar ver lo coherente que es el personaje, siempre lo ha dado todo por Henry, lo ha defendido tanto de magia negra como de magia blanca, sin excepciones ni dobles morales, no por perpetuar el bien eterno, no, porque es Henry y a amor de madre no le gana nadie, y en esta serie menos.
 
Regina es la villana de cuento que debería haberse cargado a todo StoryBrooke por tocarle las narices en exceso, pero aún así, como tiene su corazoncito, ahí están todos vivos y coleando, vacilándola cuando quieren y acusándola cuandoha hecho más por salvar a la ciudad que cualquier personaje, empezando por los Charmings. Porque aunque Mary-Margaret-Snow-White-Pesada-de-los-Mofletes parezca el bien hecho persona, en realidad no es tan buena, ni tan maja, ni tan falta de prejuicios y odio, que no os engañe.
 
Si cuando arrancaba corazones a diestro y siniestro alcanzábamos a comprenderla imaginad cuando en un flashback descubrimos que toda su frustración viene por culpa de Blancanieves. Ella quería a su mozo de los caballos hasta que llegó la versión micro de Mary-Margaret, abrió la boca y claro, Cora que sí es mala de verdad, le quitó su juguetito y Regina como que se enfadó un poco. Cuando años después, en otro mundo y en otra ciudad por fin consigue maromo en forma de Christian GreySheriff, tiene que llegar Emma a quitárselo. Pero es que no queda ahí la cosa, cuando al fin encuentra a su amor predestinado, a su alma gemela y todas esas cosas, Emma se va al pasado a traerle a su esposa muerta, decidme vosotros cómo pretendéis que Regina no esté frustrada, si las abanderadas del true love, madre e hija se dedican a tocarle la moral, yo les habría echado un hechizo de pelo grasiento o algo.
 
PD: A la pobre Marian le tienen que pitar los oídos porque todos la prefieren muerta, pero claro, ahora ya no es muy ético matarla aunque sabemos que Emma lo ha pensado más de una vez, sus frases “no sabía a quién estaba rescatando” lo dicen todo.

 

Regina sólo quería familia, alguien a quien querer, y lo encontró conHenry, que aunque ahora vaya de buen hijo se pasó toda la primera temporada huyendo de ella y poniéndola a caldo (algún día hablaremos de los adoptados desagradecidos que se mueven por las series), haciéndole chantaje emocional a Emma. Si yo fuera Regina habría pedido una orden de alejamiento para empezar.
 
Y ahora Regina se dedica a salvarle el culo a Emma cada vez que va de Salvadora del universo y no le sale bien, o sea siempre. A eso y a buscar un final feliz para ella porque los malos nunca pueden comer perdices, qué injusto es el mundo de los cuentos cuando es con diferencia quien más lo merece.

Además de comprender (y compartir) su odio a la familia Charming, queremos a Regina por más razones, empezando porque Lana Parrilla es magnífica, no sé si será porque, como dicen en el blog de las SA, tiene química hasta con una cuchara, pero pega con cualquier personaje que aparezca en pantalla (menos con Mary-Margaret, la conversación de amiguitas del último episodio no hay quien se la crea).
 
También es el personaje más irónico de StoryBrooke, la que siempre tiene el comentario ingenioso para reírse de Emma o allegados y por esas cosas hay que quererla.
 
 

Seguramente si no fuera por Regina y sus genialidades habríamos abandonado la serie hace mucho tiempo, pero claro, luego llama a Hook Captain Eyeliner y no la puedes dejar. Desde Reino de Series, siempre reivindicando la figura del malo, exigimos finales felices para Regina y que dejen de darle giros al personaje porque es buena y todos lo sabemos.