¡Bienvenidos, una semana más, a un nuevoa review mamarracher! Casi sin darnos cuenta hemos llegado a The Dragon and the Wolf, el último episodio de la temporada 7 de Game of Thrones. Lo sé, ¡a mí también se me ha pasado a velocidad de cuervo de Westeros!






La puerta hacia el amor

Hablando de manadas… Hola, soy (all) Bran, el que todo lo ve, y te acabo de conocer, Sam, pero te voy a contar un secreto sobre Jon porque tienes cara de buena gente, aunque realmente no te conozco de nada, pero sé por la mierda por la que has pasado. Ya ves, podría habérselo contado antes a mis hermanas y tal, pero me dijeron que tenía que esperar hasta el último capítulo para decirlo, o eso pone en el guion. ¿Calzador, dices?

Bueno, a lo que iba, señoras y señores: R+L=J. Y ya lo sabíamos, pero hoy nos lo han confirmado. Y no sólo eso: nos han contado que Juan de las Nieves prefiere la arena, pero por encima de todas las cosas, el fuego: es hijo de Rhaegar Targaryen (hermano de Daenerys) y Lyanna Stark y, además, hijo legítimo. Echaré de menos llamarle bastardo, echaré de menos a Juan de las Nieves. ¡Ahora ha digievolucionado a Aegon Targaryen!

Mientras Bran se lo explica a Sam, el esperado flashback de la boda de Rhaegar y Lyanna se mezcla mediante un magnífico montaje con las imágenes de Jonerys que muchos estaban esperando desde los primeros libros: parece que Jon le ha cantado a Dany eso de La puerta hacia el amor y, muy dispuesta, ella le ha dicho: bend the knee, ven p’aquí, que ahora me interesas tó’ tieso.

Y así chicos es cómo conocí a vuestr… Digo cómo se doma un dragón. O el dragón te doma a ti, mejor dicho. Por cierto, para ser un dragón y un lobo, los he visto evolucionar también a estrella de mar, pero supongo que eso cambiará con el tiempo. Espero.

Nunca he sido fan del Jonerys, pero desde casi el principio de la serie era algo que se venía intuyendo. Y hoy nos han contado su historia, la Canción de Hielo y Fuego en dos épocas al mismo tiempo y hay que reconocer que les ha quedado bastante decente.

Por cierto, un dato: ahora el Jonerys pasaría a llamarse Aerys (Aegon+Daenerys). Sí, como el Rey Loco. Loca me he quedado yo.

Nada frena a la muerte

¡Chúpate esa, Trump!

El Aerys no es lo único que se derrite en el capítulo. El Rey de la Noche llevaba mucho tiempo juntando un ejército y hace nada la ayuda le ha llegado del cielo, literalmente, así que decide derribar el muro con todos sus defensores dentro (¡cuidado! ¡Tormundo al suelo!).

Se ve que ha pensado «bueno, el resto de tramas ya se van resolviendo, así que vamos a ir tirando ya, que llevamos siete temporadas dando vueltas y esto no es TWD». La caída se veía venir, pero no deja de ver espectacular en pantalla.

Y ahora, hablemos de lo importante: ¿está Tormund bien? Tiene que hacer hijos gigantes y monstruosos con Brienne, así que no puede morir. ¡Y tiene que haber nuevo capítulo de Cómo conocí a Brienne! ¿Qué va a ser de nuestras vidas si no?

Además…

  • Al fin vemos a Theon recuperando los huevos que había perdido. ¡Ya era hora!
  • Y ahora a esperar unos añitos para ver qué cara se le quede a Aegon Targaryen alias Jon Snow alias Juan de las Nieves alias El mejor culo de Game of Thrones cuando le digan que está copulando con su tía.
  • ¿Qué os ha parecido el final de la T7? El invierno parece preparado para durar eternamente. O, en el peor de los casos, hasta 2019. Espero que la espera se pase pronto... Mientras tanto, recordad que podéis leer las reviews anteriores aquí.

Resumen del capítulo: