La mayoría de amigos a los que les recomiendo Penny Dreadful me preguntan si da miedo y me miran con cara de grimilla, entonces yo les respondo que sale Eva Green y que sólo por eso merece ya la pena ver la serie.
Podríamos decir que Penny es como una especie de versión tétrica de Once Upon A Time. Los cuentos de toda la vida, pero en vez de tener a Blancanieves y su Prince Charmin, pues nos encontramos a Frankestein, algún que otro hombre lobo y vampiros de los de siempre, no como los de Crepúsculo. Además, la ambientación es una pasada, la banda sonora te pone los pelos de punta, y si ves a Ives volviéndose medio loca poseída, pues se te cae la baba y no puedes evitar pensar que Eva Green es toda una Diosa.
Nadie podría poner en duda que Ives se come a todos y cada de los personajes de la serie, y eso que ella no es la que se convierte en hombre lobo. Pero es que esta mujer, por mucho que nos metan las historias de resurrecciones o la mansión del terror con asesinos de cera, es el núcleo central de la serie, y nos pasamos todo el capítulo deseando que aparezca en la pantalla. Si es con cara de loca, mejor.
Incluso la propia serie empieza con Ives arrodillada delante de la cruz rezando y nos va dejando claro que, por muchos monstruos victorianos que nos vayan a mostrar, Vanessa y Mina son el bien y el mal, Dios y el demonio que se enfrentan para llevárselos a todos por delante. Es el bien supremo y es… ¿Quién más es capaz de hablar la lengua del demonio y pintar un escorpión con sangre sin levantar el dedo del suelo? Vale, puedo que eso último no sea del todo un don, pero Vanessa controla.
También tenemos que tener en cuenta la historia que se nos empieza a contar de la mano de Sir Malcolm Murray (Timothy Dalton), un señor al que le da por intentar salvar a su hija sin importarle el precio, y que sabe que Vanessa es especial. Así que intenta contar con ella aun teniendo entre los dos un pasado bastante turbio. Pero Miss Ives es toda una dama, y no sólo de las de apariencia. Acepta el reto de buscar a su amiga aunque sabe que eso le va a suponer más de un dolor de cabeza -y sus dolores de cabeza no se van con Ibuprofeno, que eso de que el mal quiera adueñarse de tu alma es peor que una resaca-. Pero hasta con sus ataques de ‘me están intentando poseer’ se acaba ganando el corazoncito de Murray…
Es la única persona del mundo capaz de dar peor rollo que la niña del exorcista y después ser tan increíblemente preciosa cuando no está loca. Y es que, por desgracia, la belleza también ayuda en esta época, y si no que se lo digan al pobre Caliban (Rory Kinnear). Es una mujer seductora, con tantísimo misterio a su alrededor que llama la atención. Siempre vestida de negro –menos cuando el demonio se encuentra a su lado, que mira tú entonces que le da por ponerse el camisón blanco- Además, tampoco deja de ser interesante que el sexo la deje en ese estado de medio de locura, para qué nos vamos a engañar.
Otra de las cosas que amamos de Ives es que ese aura de misterio que la rodea está potenciada por sus poderes. Adivinación, control de las cartas y una increíble intuición que hace que sea perfectamente capaz de saber ver a través de cada persona, demostrando que también tiene un lado dulce y divertido.
La escena en la que es poseída por los espíritus mientras está subida en la mesa siempre será mítica… ¡Gracias Miss Ives por hacer que Penny Dreadful merezca la pena!
No puedo estar más de acuerdo en cada una de tus palabras, un 10 por este artículo.