Barcelona es la ciudad del amor. Y no me refiero al amor al dinero. La pela es la pela, sí, pero hoy quiero hablaros de otro tópico y de otro tipo de amor, del que nos da la felicidad a los pobres. De ese que sentimos por otros seres humanos. Y en el corazón, no en la pepitilla, eh.
Barcelona es una ciudad para enamorarse. Para querer y para dejarse querer. Y para follar, todo sea dicho. Pero eso viene después. Centrémonos en los preliminares, en las citas, que es de lo que va Cites, la nueva serie de TV3.
Adaptando a Cataluña la serie británica Dates, Cites nos narra en cada capítulo el encuentro de dos parejas de desconocidos que han contactado previamente a través de internet. Algo así como Impares, aquella gran comedia de Neox, pero en drama. Bueno, en drama… pero divertido. Y es que si de algo saben los Barceloneses es de juntar parejas extrañas tipo Freddie Mercury y Montserrat Caballé. No pegan ni con cola, pero molan cantidubi.
Personajes muy distintos, casi opuestos, cada uno con su propio objetivo. ¿Enamorarse? Algunos, sí. Otros sólo quieren romper la monotonía, echar un polvete, probar algo nuevo… o incluso vengarse. Cada uno se cita cuándo, cómo y por lo que quiere, oigan. Pero claro, así difícilmente pueden salir bien las cosas. Y ahí está el interés de esta serie, en las peripecias de un grupo de almas solitarias condenadas a convivir durante unas horas por la imbatible fuerza del «no quiero estar solo».
Para los que hayáis visto ya Dates, no os preocupéis. Cites coge alguna historia del original, pero genera muchas citas y personajes nuevos que resultan perfectos para quitarse el mono de Oona Chaplin. Y los que no hayáis visto Dates, ¡¿estáis tontos o qué?!
Cites tiene unas historias quizás más complicadas, con mayor recorrido… y con muchas más localizaciones. Lo que nos lleva al tema con el que empezaba este post: Barcelona. La ciudad intenta pasar desapercibida, pero resulta inevitable que se convierta en un personaje más de la serie. Sus calles, su paisaje urbano, pero también su gente, sus locales y sus costumbres. Cites tiene una calidez y una magia que no tenía Dates y por eso merece la pena verla. Por ese encanto tan difícil de describir pero que está ahí, que lo notas.
Cites no tiene a Oona Chaplin, pero tiene a Barcelona.
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