Aprovechando que estamos en una especie de época revival de los 90 en la que todas las semanas tenemos noticias de series que van a volver a la televisión, en el Reino nos ha entrado la nostalgia. Además, estamos en verano, que siempre nos trae menos chicha televisiva. Así que qué mejor que recordar aquellas fantásticas mañanas de series de La 2, la crème de la crème del verano, la introducción a la cultura seriéfila para toda una generación entera. No por nada la televisión pública debe ser un servicio de calidad. Y esto era calidad de la buena, que no os engañen los adalides del postureo.

Aquel bloque de series estaba lleno de ese espíritu teen mamarracho que tanto nos gusta. Encabezado por cosas como Las Gemelas de Sweet Valley, en donde obviamente había dos gemelas protagonistas que vivían en un sitio llamado Sweet Valley (“valle dulce”, ya suena a nivel), muy al estilo Melrose Place o Beverly Hills. Supuestamente una era la gemela “buena” y otra la gemela “mala”; de hecho una tenía el ceño siempre muy fruncido tipo soy mala, malísima, y la otra era más dulce, responsable y pánfila. Era un culebrón de categoría. No sé si sabéis que también ha sonado un posible regreso de esta serie porque las cadenas americanas están viendo un filón en los reboots/remakes, así que están tirando la casa por la ventana. Da un poco de miedo porque da la impresión de que esta burbuja es ya tan gigantesca que terminará explotando. Si recordáis bien, Antena 3 también tenía otra serie de gemelas adolescentes. Las gemelas estaban de moda en los 90. Que se lo digan a las Olsen.

popular 2

«Exorcism for dingbats». Nada más que añadir.

Dawson Crece era otra serie teen la mar de maja, aunque un poco más intensa, se tomaba a sí misma más en serio. Parece que TVE compró un paquete de series de lo que era The WB por aquel entonces (madre de la actual The CW), porque también emitieron Popular, que, como toda la gente de bien sabe, es una de las series juveniles más geniales de la historia. Tenía al grupo de animadoras bitches por un lado y al grupo de inadaptados un poco más freaks por el otro. Y entonces el padre y la madre de dos de las chicas se casaban, pasando la chica rubia popular y la inadaptada pseudo-gótica a ser medio-hermanas. ¡Drama! Pero hay que reconocerle a Popular que rompía ciertos clichés, como hacer que el quarterback del instituto se enamorase de una de las chicas menos populares y tuviesen un romance muy bonito. Ryan Murphy estaba ya sentando las bases de lo que después sería su archiconocida Glee.

Drazyk

«Tengo el piercing pegao con Superglue en la ceja»

Claro, estamos muy acostumbrados al estereotipo de instituto americano con taquillas, grupitos, animadoras, el drama de sentarse en una mesa u otra del comedor… Pero también teníamos una serie australiana mucho menos pija como Los Rompecorazones (Heartbreak High). Que el nombre puede sonar a telenovela, pero por si no lo recordáis, trataba temas algo más complicados y realistas. Yo al menos recuerdo un capítulo que iba sobre el suicidio adolescente. No se andaban con chiquitas. Y tenía incluso a un prota como Drazyc, con un piercing en la ceja y apariencia de rebeldillo, pero que luego era un cacho de pan.

No me quiero olvidar de Una Chica Explosiva (Weird Science), donde un par de frikis de manual decidían crear a la “mujer perfecta” por ordenador y ésta terminaba cobrando vida. Y sí, la serie tenía un tonillo bastante machista, es innegable; pero era la típica comedia absurda sin mucha más profundidad. Al final la chica no hacía más que cumplirles deseos en plan “genio de la lámpara”, pero ambos eran bastante patanes y terminaban en los típicos problemas en los que sólo un par de pringaos como ellos podrían terminar.

Entre todo este cúmulo de series juveniles, alguien decidió que en medio se podían meter también Hércules y Xena. Y eso sí que era mucha calidad junta, escenas de lucha imposibles, comedia llena de chascarrillos y mamporros, decorados de cartón-piedra que dolían a los ojos… Pero en los 90 todo aquello era brutal y lo disfrutábamos sin muchas más pretensiones. Aunque todos sabemos que Xena molaba mucho más que Hércules, porque Lucy Lawless era y sigue siendo maravillosa. Estamos a expensas de saber qué pasa con esa nueva versión de Xena que quieren crear, porque no podemos imaginar a otra actriz en ese papel. Lo sentimos, a continuación dejamos claro que es imposible:

                 Xena    Xena (2)

Ojo, no sé si recordáis que con el paso de los años incluso llegaron a emitir El Joven Hércules, protagonizada por un Ryan Gosling imberbe. Yo no me acordaba, pero sí, era él de jovenzuelo. Buscando en Youtube he encontrado una joya única y maravillosa. ¿Qué mente pensante de la cadena decidió hacer una promo de Hércules con la música de toma-que-toma-que-tomataún? Pues ahí sale Hércules dando patadas y saltos mortales con una base de ritmo flamenco cantado por algún grupete de la época tipo Las Chuches. DADLE AL PLAY YA.

Lo mejor es que no tenías que madrugar (porque no había cole), así que te levantabas a media mañana, desayunabas y las veías todas del tirón. Había dos grandes bloques en función de la cadena, podías ser más de La 2 o de Antena 3 (y hay series emitidas por ambas en distintas épocas, así que un cacao), o ya si eras muy extraordinario cambiar de una a otra si controlabas mucho la parrilla y querías ver series que empezaban a distintas horas en las dos, por lo que ibas alternando. Yo ahí desarrollé mis primeros fanatismos seriéfilos fuertes. ¿Eras Team Dawson o Team Pacey? Con esta pregunta podías empezar la tercera guerra mundial, era una elección crucial en la vida.

Yo era más de La 2 (por si no ha quedado claro), pero otro día hablaremos de Antena 3 y su manía de titular todas las series con la palabra “cosas”: Cosas de Hermanas, Cosas de Casa, Cosas de Marcianos, Cosas de Brujas… En fin, cosas de los 90.