Como bien sabéis, sentimos una debilidad especial por los personajes más vapuleados y menospreciados de las series de televisión. Nuestro amor no conoce límites y tenemos toneladas para dar y regalar. Y si hay uno que lo merece especialmente porque sufre y provoca todos los odios habidos y por haber a su paso, esa es la gran antagonista de Jane The Virgin, Petra Solano (Yael Grobglas).  Pero, ¿tan mala es Petra? Nosotros no lo creemos así, y por eso, vamos a adoptarla y a quererla como la mala más buena que hay ahora mismo en el panorama televisivo. Cuidado, porque puede haber SPOILERS.

Comencemos nuestro alegato, porque vale, Petra puede considerarse una mujer compleja. Entre sus últimas hazañas está robar el esperma de Rafael para inseminarse y obligarle a formar una familia. O por lo menos, tratar de crear un vínculo de unión entre ambos para toda la vida, porque no nos olvidemos que Rafael es el gran amor de Petra y que ésta no actua por venganza, sino por algo tan loable como el amor. Y ahí, claro, puede contar con todo nuestro apoyo.

Además, la serie nos deja ver que no es que esté muy loca, que a veces lo está, no lo vamos a negar. Pero que todo puede tener una explicación razonable y que incluso podemos ponernos de su parte. Y es que Petra estuvo embarazada hace años, pero perdió el bebé, por eso ahora nos provoca cierta ternura ver cómo intenta recuperar esos momentos de felicidad con Rafael, aunque sea de la manera más equivocada posible, porque nadie es perfecto.

En su defensa, pasemos por alto que cuando la conocimos engañaba a su marido con su mejor amigo. Pero tampoco es que Rafael estuviera muy pendiente de ella por aquel entonces, y tampoco es que se conocieran muy a fondo. Basta decir que Petra, no es Petra. En realidad es Natalia, que huyó de su país, la República Checa, para dar esquinazo a un novio violento. Y Rafael, ni se lo olía. Y no nos valen las excusas de que ella se lo había ocultado, algo tienes que olerte, sobre todo cuando Petra/Natalia esconde en tu hotel a un enviado de su ex y lo mantiene secuestrado durante días. Rafael, esto tienes que mirártelo.

Además, en esta historia, ella es la mujer abandonada porque Rafael la dejó por Jane. Sí, ya sé que se divorciaron porque él descubrió que Petra le era infiel, pero está claro que la aparición de Jane agilizó el proceso. Pero a pesar de todos sus intentos de sabotaje y de asesinato, nosotros sabemos que Petra es una buenaza y que sólo tiene mala suerte. Asumámoslo, el hecho de ser la antagonista (rubia) en una telenovela le deja poco margen de maniobra.

Pero sin duda, lo que nos hace adorarla cada día más es su madre Magda, la verdadera villana de la serie (con permiso de Sin Rose-tro), capaz de fingir una minsuvalía para que su hija esté pendiente de ella. En este caso, esperabamos una reacción proporcionada de Petra al descubrir la mentira, pero ésta se da cuenta de que aunque su madre sea muy (pero que muy) mala, sin ella está más sola que la una. Y es que detrás de esos vestidos caros y esa melenaza rubia, se esconde un corazoncito que sólo busca ser amado y que la traten como la reina que sabemos que es.

Los nuevos episodios de la temporada la están mostrando más loca y perdida que nunca, pero Petra, nosotros te adoramos tal y como eres. Puede que todos te ninguneen y te traten como la mala malísima de la serie, pero sabemos que en el fondo eres un cacho de pan. Y mientras todos reniegan de tí y te relegan a un cuarto o quinto plano, nosotros te adoptamos y damos la bienvenida a nuestra gran familia, porque mientras estemos aquí, nunca te faltará de nada.