Series de médicos hay muchas (Urgencias, House, Anatomía de Grey, etc), pero ninguna como The Knick. Por eso hoy, en Reino de Series, queremos reivindicar esta maravillosa serie a la que nadie presta atención y a la que los premios ningunearon olvidando su sorprendente primera temporada. Creada por Jack Amiel y Michael Begler, tiene el respaldo del laureado Steven Soderbergh, encargado de dirigir todos los capítulos de la primera temporada y que seguirá a bordo en la segunda. La serie de Cinemax (segundo canal de HBO) arranca su segunda temporada y los nuevos capítulos podemos disfrutarlos en Canal+ Series.
The Knick es un drama médico ambientado a comienzos del siglo XX en la ciudad de Nueva York que narra las innovaciones científicas y médicas llevadas a cabo en el Knickerbocker Hospital. Clive Owen da vida al Dr. John Thackery (inspirado en la figura de William S. Halsted) un cirujano adicto a la cocaína, racista y pionero en avances médicos. Pero The Knick es algo más, es una serie sobre las luces y sombras de una época en la que el racismo y el machismo imperaban, una radiografía perfecta sobre el inicio del siglo XX. Destaca la magnífica e impecable ambientación, su estética acompañada por la agobiante música anacrónica de Cliff Martínez que nos envuelven en una atmósfera mugrienta y difícil de ver, reflejo de época y de una Nueva York a medias de construir siendo una ciudad clasista y racista.
No podemos olvidarnos de las mujeres de la serie. Unas mujeres adelantadas a su época donde destacan la monja que realiza abortos clandestinos y, sobre todo, la enfermera Lucy Elkins (Eve Hewson) y Cornelia Robertson (Juliet Rylance) que viven de primera mano el machismo imperante en la sociedad. El racismo podemos verlo reflejado en el Dr. Algernon Edwards (André Holland), un cirujano de raza negra formado entre los mejores en Europa que ve como su color de piel pesa más que su buen trabajo, sobre todo cuando se incorpora a trabajar mano a mano como ayudante del Dr. Thackery.
The Knick no es una serie preocupada por captar grandes audiencias sino por destacar como producto de un autor, en este caso con el sello de Steven Soderbergh que hace una gran labor en la dirección manteniendo una cuidada estética con unos deliciosos planos. Como ocurría con Hannibal, la arriesgada propuesta de la serie no es apta para todos los estómagos ni es un relato cómodo de ver, ya que en la mayoría de capítulos podemos observar imágenes explícitas de operaciones y sangre por doquier.
Visto el arranque de la segunda temporada (en España en Canal+ Series), la temporada promete ser mucho más cruda y sangrienta –en el aspecto médico–, con un Dr. Thackery que buscará en las drogas la lucidez necesaria para seguir innovando y encontrando el camino hacia el avance médico, y donde las mujeres, la enfermera Elkins y Cornelia Robertson, tendrán un importante papel. Sin olvidarnos del Dr. Edwards que seguirá luchando por encontrar su sitio dentro del hospital y alejarse del racismo que reina en Nueva York en 1900.
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