Desde hace unos años, allá por la época en que empezaron Modern Family y The Middle, la ABC ha conseguido hacerse su propia marca en lo que a comedias se refiere. Y, siendo probablemente Modern Family la menos representativa de todas (a pesar de que durante mucho tiempo fue la que más atención reclamaba), ya asociamos el humor de familias que encajan y no encajan del todo al tono de la ABC. Esta comedia familiar, que consigue al mismo tiempo ser divertida, entrañable y, sobre todo, tener algo que contar, ha pasado a ser la marca de identidad del humor de la ABC. The Middle, The Goldbergs, Black-ish, Fresh Off The Boat y The Real O’Neals componían esa familia de familias que tenían tanto en común y al mismo tiempo presentaban su propia perspectiva única e individual. Y ahora se les une Speechless.
¿Qué es Speechless? Como podéis intuir con todo lo dicho anteriormente, Speechless es una comedia familiar marca ABC. ¿Su particularidad? Que se centra en una familia con un hijo con parálisis cerebral, que haciendo malabarismos económicos se muda a un barrio caro para poder acceder al instituto que presenta las mejores opciones para su hijo.
Como ya os comenté en su momento, este punto de partida es tremendamente interesante porque, por surrealista que parezca a estas alturas, la discapacidad sigue siendo algo de lo que no se habla en televisión. La discapacidad no existe, salvo que sea para colarnos la típica historia de superación, preferiblemente en tono dramático. Y esto no es lo que nos ofrece Speechless, y menos mal.
No, Speechless es, para empezar y ante todo, una comedia. Es una serie que tiene muy claro desde el primer minuto cuál es su humor, y cada episodio es una colección de chistes que por lo general aciertan constantemente, y con los que es difícil no reírse a carcajadas. Unos chistes, por cierto, que encajan perfectamente en esta familia. Es un humor de alguien que entiende y conoce desde la discapacidad el mundo en general, no al revés. Y esto, que se extiende a toda la visión de la serie, es parte de lo que la hace tan genial ya desde el piloto.
Que, ojo, Speechless funciona más allá de esto. Porque no comete el error de hacer depender a todos y cada uno de los personajes del concepto de la serie, sino que consigue que todos ellos tengan su propia identidad, y su propia razón para hacernos reír y obligarnos a quererlos. La familia está encabezada por una madre sobreprotectora y peleona, interpretada por Minnie Driver, que saca las garras ante quien sea para que a su hijo no le falte nada. Y un padre, interpretado por John Ross Bowie, que recuerda un poco a Hal de Malcolm in the Middle de una manera que hace tiempo que no veíamos en televisión, y que empezábamos a echar de menos. Ambos dos son tremendos puntos fuertes de la serie, pero no los únicos.
JJ, el hijo con parálisis cerebral y que está interpretado, por cierto, por Micah Fowler, que tiene la misma discapacidad (cosa que ya sabemos que no es habitual en televisión), se ha convertido en unos pocos episodios en un personaje divertidísimo. Su mala leche adolescente, expresada a través de miradas y el uso de un ordenador, es tan divertida como necesaria, saliéndose del molde que impone el estereotipo. Y se complementa perfectamente con el personaje de su asistente personal, que pasa enseguida a ser uno más de la familia. Por su parte, los dos hermanos pequeños aún tienen camino que recorrer para estar a la altura del resto de personajes. Pero aun así, funcionan perfectamente en chistes independientes, y por lo pronto, no es un mal comienzo. Qué leches, el hermano enterándose de que llevaba toda la vida andando mal o la hermana entrando en una crisis existencial (y extendiéndola por el instituto) al llamarle la atención sobre la razón por la que corre son dos de los mejores chistes de la serie hasta ahora.
Siempre digo que las comedias familiares de la ABC son algo que deberíamos apreciar y querer muchísimo, y Speechless no es una excepción. Es una comedia que es exactamente lo que necesitábamos y que no podía encajar mejor en este subgénero propio. Y, sobre todo, es una comedia divertidísima, que al fin y al cabo es lo que importa.
Si te ha gustado también te interesará:
Puedes ser el primero en comentar :)