Cuando parecía que ya no cabían más grandes series femeninas este año, SMILF, la nueva dramedia de Frankie Shaw, ha vuelto a demostrar que es el año de la ficción hecha por mujeres. SMILF llega para jugar en 1ª división Junto a The Handmaid’s Tale, Big Little Lies, Better Things o Insecure y ya está nominada a varios Globos de Oro incluido mejor comedia. La serie de Showtime (en España se emite cada lunes en Movistar +) está inspirada en el corto del mismo nombre, por el que su creadora y protagonista ganó el premio especial del jurado en Sundance en 2015.

En la misma, seguimos a Bridgette Bird, una actriz cuyo mayor logro fue salir en un episodio de Law & Order. Tras su fracaso en Nueva York, vuelve a Boston, donde vive con su hijo Larry de tres años.

Bridgette trabaja horas sueltas como profesora particular, vive en un apartamento minúsculo donde comparte cama con su hijo y no tiene para pagar el bus o el alquiler. En los primeros capítulos de la serie, conocemos al resto de personajes de su universo. Rafi (Migue Gomez), el padre del chico, trata de superar una adicción. Tutu (Rossie O’Donell), la madre de Bridgette, está lejos de ser una madre modelo. Su padrastro no puede moverse de la silla. Su jefa (Connie Britton) es también de lo más particular.

Bridgette, Larry y Rafi en su espacioso apartamento

SMILF, una nueva visión de empoderamiento femenino

Aunque la trama pueda recordar en un principio a Better Things, estamos ante algo diferente. Para empezar, por el manifiesto pesimismo de la serie. En SMILF está bien claro que el sueño americano es una mentira. Bridgette es guapa, graciosa y tiene talento, pero nada le sale bien. Ni siquiera ha vuelto a follar desde que nació su hijo.

Frankie Shaw con su guion e interpretación nos traslada a una realidad mucho más cercana para muchos de nosotros. A pesar de ser actriz, SMILF tiene más de Insecure que de Better Things. Un lugar donde la falta de oportunidades no es un impedimento para la comedia y la diversión. Las penas, con risas, son menos penas.

La serie es también un ejercicio de empoderamiento. Frankie Shaw se define a sí misma como SMILF (siglas en inglés de madre soltera a la que me follaría) y le da la vuelta a la fantasía teen. Una SMILF no es solo un reclamo para las pajas adolescentes. También hay una realidad detrás de cada una que merece la pena conocer.

Con una historia de abuso sexual detrás, SMILF también nos recuerda a otra gran serie, One Missisippi. Como en la serie de Tig Notaro, la naturalidad es la absoluta protagonista.

Además de Frankie Shaw, Leslye Headland, Emily Goldwyn y Jess Dweck, escriben y dirigen la serie. Que todas las directoras y guionistas sean mujeres es también otro ejemplo de lo que es la serie. Un producto divertido pero también crítico y empoderante. Una serie para reírte que te acerca a una realidad que muchas veces se nos escapa. La serie ya ha sido renovada para una segunda temporada.

Con SMILF, nunca volveremos a ver con los mismos ojos a esas madres tan comunes en cine y televisión.