Dan Fogelman (Galavant o Crazy, Stupid, Love) debe estar pensando que no todo podía salirle a pedir de Milhouse. Mientras This is Us, su otro estreno, lo está petando en NBC y ya ha conseguido temporada completa, Pitch no parece que vaya a conseguir sobrevivir a la guillotina de la cancelación. La rumorología apunta a que podría ser de las primeras canceladas por FOX ya que, junto a Son Of Zorn y The Exorcist, están suponiendo los peores datos de audiencia para la cadena. ¿Pero desde cuándo eso nos ha importado a nosotros para ver una serie? ¡Que me sigan los valientes!
Pitch es un drama sobre el mundo del béisbol que narra la historia de Ginny Baker (Kylie Bunbury), quien desafía todas las probabilidades al convertirse en la primera mujer en debutar en la Major League, una de las más importantes del béisbol en USA. Y lo hace en los San Diego Padres, nada más y nada menos. El nombre ya debería darnos una pista de lo encantados que estarán estos señores por recibir a una mujer entre sus filas.
Más allá de la sinopsis oficial, lo cierto es que Pitch es mucho más que una historia sobre Ginny Baker y está plagada de personajes secundarios que representan cada uno de los baches a los que Ginny tendrá que enfrentarse en su carrera por el simple hecho de ser una mujer en un mundo que todos consideran reservado a los hombres. Un amplio espectro de secundarios entre los que encontramos a sólo tres mujeres: su representante, una profesional de éxito, despiadada y capaz de todo por proteger a Ginny; su mejor amiga, casada con un jugador de los Padres, será quien aporte sensatez y por, último, una periodista dispuesta a todo para conseguir contar el acontecimiento deportivo del siglo.

El guapote, cuota cubierta
Mike Lawson (Mark-Paul Gosselaar) es la estrella del equipo, el líder indiscutible, el del discurso perfecto en el momento oportuno. Guapo, seguro de sí mismo y en la etapa final de su carrera, decidido a que su nombre pase a la historia como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. No falta tampoco el entrenador de la vieja escuela cuyo pasado misógino le explotará en la cara, el compañero de equipo que no acepta compartir vestuario con una mujer (ni que juegue mejor que él, esto duele mucho) o el mejor amigo de la infancia que se convertirá en el primer aliado y máximo defensor de Ginny dentro de los San Diego Padres.
La serie ofrece una visión global de un deporte que a muchos nos es ajeno, pero aún así ha conseguido engancharme con aspectos que no esperaba que abordasen. Por un lado, la presión que los medios de comunicación ejercen sobre Ginny, especulando sobre su vida privada, analizando los

El gilipollas, se multiplican
resultados de un equipo que no para de encadenar derrotas desde su llegada. Por otro, el apoyo de una sociedad necesitada de referentes femeninos en el deporte pero que, sin ser conscientes de ello, están proyectando sus sueños en una joven de veinte años, convirtiendo en una gran responsabilidad para ella algo que sólo debería ser deporte. La visión comercial del deporte también es algo a lo que no estamos muy acostumbrados, allí los dueños de los equipos son multimillonarios y su interés es que generen beneficios económicos, más allá de los resultados deportivos. Y se da la circunstancia de que tener a la primera mujer de la Major League en tu equipo ha conseguido un sold out durante tres partidos consecutivos, algo que nunca había sucedido en la historia de los Padres. ¡Ya tenemos al fan #1 de Baker como pitcher de los Padres!
Pitch es una serie valiente y necesaria cuyos datos de audiencia no hacen más que ratificar la importancia de su existencia. No voy a negar que me acerqué a ella con verdadero miedo. Una serie sobre una mujer triunfando en el deporte masculino escrita y dirigida por hombres es algo que, de entrada, te obliga a acercarte con cautela. Tampoco esperaba encontrar un alegato en favor de la mujer en el deporte ni un discurso feminista y me ha sorprendido muy gratamente ver cómo de en serio se están tomando las cosas en este campo. Uno de los momentos más mágicos hasta la fecha es cuando, dentro de la serie, Ginny acude al plató de Jimmy Kimmel para ser entrevistada y se niega a participar en el sketch «Decorando el vestuario de los Padres con Ginny Baker». En lugar de ello, Ginny aprovecha para resaltar la importancia de lo que está consiguiendo, contar qué ha supuesto para ella, cómo le está afectando y dar una clase magistral de «no culpabilizar a las víctimas».
Extrapolando la situación, si una mujer debutase en uno de los mejores equipos de futbol masculino de España, se generaría el mismo revuelo y no quedaría una sola entrada libre para los partidos. El acontecimiento estaría en todos los medios de comunicación. Todo buen cuñado tendría una tesis doctoral en el tema. Arderían las redes sociales. Todo el mundo hablaría de ello. ¿Pero lo haría por los motivos correctos? Pues algo así ha sucedido con Pitch. Una serie sobre una mujer triunfando en un deporte de hombres es algo que la audiencia no considera necesario y, por tanto, no lo ven. Sin importarles la calidad de la serie, lo sólidas que sean las tramas, lo bien construidos que estén los personajes, que realmente sea una serie interesante. Precisamente por ello se ha convertido para mí en uno de los estrenos más a tener en cuenta. Me entretiene, ha logrado que me interese un deporte que hasta ahora me daba igual y quiero conocer todos los logros de Ginny Baker, saber qué tiene que decir sobre el machismo en el deporte y ver cómo va logrando concienciar a una sociedad patriarcal de que ella, como tantas otras mujeres, han llegado para quedarse.
Prometo que si me dejan seguir disfrutando de Pitch sin cancelarla y sin cargarse la historia, yo me esforzaré en aprender de una vez el reglamento del béisbol. Mi profesor de Educación Física del colegio estará muy satisfecho y no podemos hacer infeliz a un señor que aguantaba varias veces al día una clase al aire libre con 27 niños.
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