Ya, por fin, podemos decir que vuelve una de las series favoritas del Reino, una de las que más nos da la vida y con las que fangirleamos más a gusto. Una serie que, personalmente, yo descarté inicialmente, porque el piloto no me dijo nada y suelo huir de series de este tipo por ninguna razón en concreto más allá de que no son excesivamente mi estilo. Pero claro, luego entré en razón, le di otra oportunidad y fue una de las mejores decisiones de mi vida.

Como ya hice yo, asumo que los que quedabais sin darle una oportunidad a esta pedazo de serie, ya habéis corregido vuestro error. Pero, por si aún queda algún rezagado que necesita alguna razón más, aquí van cinco razones por las que The 100 es esa serie que probablemente deberíais estar viendo todos ya. Porque es mejor que todos nosotros.

Personajes femeninos que lo molan todo

The 100 es una serie que cuenta con todo tipo de personajes, cada uno de ellos con su propia historia, su propio fondo y, en general, tratados de forma decente. Pero son ellas las que, por su propio mérito y con sus propias características y habilidades, llevan el peso de la serie. Quienes toman decisiones, SUS decisiones, y quienes llevan la voz cantante cuando dejan muy claro que son las que más lo merecen. Empezando, por supuesto, por tener una protagonista femenina en Clarke que es una heroína que tiene mucho de antiheroína. Pero en el buen sentido, claro. En el sentido de esos personajes que parecía que hasta ahora y por ninguna razón en concreto estaban reservados para ellos. No, nuestras protagonistas también pueden tener sombras y matices y, a pesar de ellos (o a través de ellos) ser las heroínas de nuestras historias.

Ambigüedad moral, more please

Que no os asuste el que sea una serie de la CW y penséis que va a ser todo blanco o negro, con unos buenos muy buenos (y siempre más preocupados de liarse unos con otros y estar tremendísimamente buenos y descamisados) y unos malos muy malos. Para nada. En The 100 todos los personajes existen en un universo lo suficientemente complicado como para que nadie esté nunca realmente libre de culpa. Aquí, quien más quien menos, todos tienen varios muertos a sus espaldas. Varios muertos conseguidos en su intento de “hacer el bien”, o, al menos, hacerlo todo lo mejor posible. Si ya lo dice la propia serie: “Maybe there are no good guys”.

Que sí, que se atreven con todo. Y cuando digo todo, quiero decir TODO

Esto está un poco relacionado con el punto anterior, pero por si acaso no estabais convencidos del todo, lo repito. The 100 no es una serie que se eche para atrás cuando se trata de temas peliagudos o incómodos, o cuando estos significan poner a sus protagonistas en un complicado mundo de sombras morales. ¿Genocidio? Why not. ¿Muertes y situaciones complejas con consecuencias reales en nuestros personajes? Por supuesto. Ante situaciones que en otras series evitarían por lo difícil de salir de ellas de forma intacta, en The 100 deciden meterse en ellas de lleno. Y precisamente aprovecharlas para explorar todas esas consecuencias que en otros muchos sitios habrían preferido pasar por alto.

La discapacidad es algo que existe

Venga, va, este punto igual es más hecho para mí y para el resto es un poco lo de menos. Pero aunque no lo parezca, es tremendamente importante. La discapacidad en televisión es algo que raramente se ve, y mucho menos de forma adecuada. Cuando hablamos de mundos postapocalípticos, la discapacidad, salvo excepciones muy concretas, es absolutamente inexistente, más allá de como algo tremendamente secundario o una carga para los protagonistas. En The 100, como ya hacen con sus personajes femeninos (y con la temática LGBT+, declarando la bisexualidad de su protagonista de forma absolutamente natural), aquí tampoco decepcionan. Y sin ser el elemento central, sí es algo que vamos viendo poco a poco y, sobre todo, desde puntos de vista y enfoques muy distintos, que al fin y al cabo es lo fundamental. En estas dos temporadas hemos visto a un personaje readaptarse (y molar la vida en ello) a una discapacidad adquirida, hemos visto de refilón el miedo y la vergüenza al rechazo, y también de refilón (pero esperemos que con segundas partes, porque shippeo a Murphy con Emori infinitamente y por encima de todas las cosas. Siempre que acabe en Murphy siendo feliz, claro. Porque Murphy debe ser feliz), hemos visto a un personaje que lo mola todo en parte por su discapacidad (que no únicamente) y al mismo tiempo recibe rechazo por ella, y eso la ha convertido en quien es. Pues eso, aunque es algo que se nos puede escapar a simple vista, está ahí, es maravilloso y es algo que agradecemos infinitamente.

Mil ideas decorativas y para mejorar tu look

Venga, otra cosa no, pero si algo nos ha dado The 100 son unas ideas maravillosas sobre cómo vestirnos para molarlo absolutamente todo. Ya os contamos cómo adecuarnos al estilo grounder, pero en general todo en esta serie se ve maravillosamente bien y tiene una estética estupenda. Y eso es algo que siemp7re se agradece, especialmente en una serie que, como esta, crea un universo nuevo en el que nos introduce también a través de la estética.

Por supuesto, estas son solo cinco razones más, porque a estas alturas ya deberíais saber que The 100 tiene todos los elementos habituales que les pedimos a nuestras series favoritas, desde tramas que enganchan a personajes que consiguen que los amemos y a veces los odiemos, pero que nunca nos dejan indiferentes. Además de varias oportunidades para shippeos varios. Y pasando, por supuesto, por que sus temporadas, al ser más cortas, son estupendas para ver y que se nos pasen volando. Pues eso, hay mil razones por las que deberíais estar viendo The 100. Y los más rezagados aún estáis a tiempo para hacerles caso y poneros al día ahora que empieza la tercera temporada.