Ya nos hemos enfadado con Netflix en alguna ocasión por producir series que parecen del siglo pasado, como The Ranch o Madres Forzosas. Ya hemos entendido también que Netflix no es la nueva HBO y tiene que llegar a los corazones de todos los seriéfilos, tanto los más exigentes como los menos exigentes, y que por lo tanto tiene que estrenar series de todo tipo. Pero es frustrante ver como la plataforma que representa el futuro del audiovisual sigue apostando por formatos casposos. One Day at a Time parecía seguir ese mismo camino: sitcom familiar tradicional, multicámara, risas enlatadas… Lo sorprendente de es que a pesar de todos estos ingredientes, One Day at a Time es buena e incluso puede ser necesaria.

La nueva comedia de Netflix nos cuenta el día a día de una madre soltera latinoamericana y su familia: por un lado una abuela muy tradicional chapada a la antigua (Rita Moreno, ¡EGOT winner!), y por otro lado unos hijos con unas ideas más acordes a la actualidad. Esta fórmula plantea situaciones muy divertidas y además es todo un clásico del audiovisual. En Divinity llevan 4 o 5 programas sobre vestidos de novias que siguen exactamente el mismo formato en cada episodio: el vestido que quiere la nieta vs el vestido que quiere la abuela.

One Day at a time

One Day at a Time es un remake de una comedia con el mismo nombre que se emitió en los años 80. Quizá por esta razón han apostado por un formato tan clásico. Y es una pena porque a esta comedia no le han falta para nada las risas enlatadas y estas van a ser un lastre que van a echar para atrás a muchos espectadores. El nivel de los gags es muy bueno, e incluso transmite mensajes sociales necesarios en temas como el feminismo la religión, las deportaciones de inmigrantes, la homosexualidad o los suicidios. Por si fuera poco, One Day at a Time incluso se atreve a insertar algunos elementos dramáticos, como los traumas de Penélope (la madre de familia) sobre su pasado como enfermera en la guerra de Afganistan. Qué obviamente también existen momentos de vergüencita ajena como buena sitcom familiar que es, pero los mismos que podríamos encontrar en comedias más aceptadas como Modern Family.

One Day at a time

Latin Princess por Sorpresa 3

El resultado es un mix bastante interesante, por un lado un formato muy clásico que hace honor a las raíces de la serie original, y por otro lado unos mensajes y unos personajes más acordes al audiovisual contemporáneo. ¿Hubiera funcionado mejor dentro de unos años, haciendo el gran revival de las risas enlatadas tras su muerte definitiva? Sí. ¿Vamos a hacerles ascos por ello? Yo personalmente no, porque lo importante es que la fórmula funciona aunque nadie vaya a poner esta comedia entre sus tres favoritas del 2017.

De hecho, visto por otro lado, casi puede ser una bendición que hayan utilizado un formato tan casposo. Obviamente a nosotros, que ya vemos las risas enlatadas como algo del pasado y preferimos un look más cinematográfico, nos va a chirriar. Pero hay gente más anclada en el pasado que sí disfruta con estas comedias tradicionales y que gracias a One Dat at a Time va a escuchar mensajes sociales importantes: feminismo, inmigración, homosexualidad… Mensajes que nosotros escuchamos día a día porque consumimos un contenido más actual. Pero One Day at a Time cuenta estos mensajes en el lenguaje en el que muchos espectadores se sienten cómodos. Estamos acercando estos mensajes a la gente que realmente los necesita oír. Puede que sea un paso atrás en la evolución del audiovisual, pero compensa si sirve para dar un paso adelante en la evolución como sociedad.  

Pero esto también invita un poquito a la reflexión. Como decía @DieMiller en Twitter, ¿son realmente las risas enlatadas tan malas? ¿O simplemente últimamente solo se han hecho comedias malas con ellas y por eso nos recuerdan a lo peor? ¿Friends o Will&Grace hubieran funcionado sin risas enlatadas? ¿O al ser otra época no nos poníamos tan exquisitos con el formato?

Si en One Day at a Time hubieran apostado por un formato más actual (single cam, sin risas enlatadas, y música de Mumford and Sons de fondo) hubiera sido una comedia que nadie se estaría perdiendo, pero lo dicho, el formato echa para atrás. Aun así la recomiendo gratamente, One Day at a Time es buena y te hace reír, mucho, a pesar del formato (y no gracias a él).