Queridos amigos, hermanos, dragones, reyes, reinas, princesas, caballeros y piratas varios:

Estamos aquí reunidos para quemar aldeas y llorar la muerte de nuestro gran héroe, el único héroe verdadero, el gran Galavant. Como sabéis, ABC nos dio una triste (muy triste) noticia. La cadena de Shonda había decidido hacernos sufrir y cancelarnos esa maravilla que nos ha dado tanto, Galavant, esa genialidad hecha serie que ha sido nuestra razón para vivir estas dos últimas temporadas. A nosotros, que tan fieles le hemos sido siempre a Shonda. A nosotros, que nunca la hemos traicionado.
Pero la vida es muy cruel, y la ABC lo es más, y lidiar con esta terrible noticia es algo muy difícil. Por eso os invitamos a acompañarnos durante las cinco etapas del duelo, porque el sufrimiento compartido es menos sufrimiento.

Fase 1: Negación

Mira, no. Esto no puede estar pasando. La épica historia de Galavant me ha enseñado que todo se puede conseguir. Que nada es el final. Si queremos, todo puede hacerse. No, Galavant no ha podido abandonarnos. Galavant no nos va a abandonar nunca. Esta es la serie que, cuando nadie creía en sus posibilidades, cuando todo era adversidad, consiguió una segunda temporada. ¡Todavía creo en ti, Galavant! Sabemos que aún hay esperanzas. Siempre hay esperanzas.

Fase 2: Ira

¿Cómo nos haces esto, ABC? A nosotros, que tanto te hemos dado. Mira, pues se acabó. Vamos a acudir todos en masa cantando a reclamar lo que es nuestro. Vamos a boicotear Shondaland secuestrando todas las pestañas postizas. Qué leches, ¡vamos a emplear el D’Dew para que Shonda se mude a Chicago! Nos lo pagarás, ABC.

Fase 3: Negociación

Lo sentimos mucho, ABC, de verdad que no queríamos decir todas esas cosas. Es solo que nos has hecho daño, pero entendemos que es lo que tenías que hacer, nos lo merecíamos. Prometemos que, si resucitas Galavant, nos portaremos bien. Prometo no patalear más de una vez al día por la cancelación de Nashville. Prometo continuar rezando a Shonda todos los días. Llévate Quantico si quieres, pero devuélvenos a Galavant. Haremos todo lo que quieras. Siempre.

Fase 4: Depresión

La vida ya no tiene sentido. ¿Qué vamos a hacer sin nuestro happy place favorito? ¿Qué sentido tiene vivir si no vamos a poder seguir viendo las aventuras de Galavant. Lloraremos eternamente por no saber más de Tad Cooper. Lloraremos cada día faltos de la guía de Madalena como modelo de vida. Lloraremos cuando no podamos verla a ella y a Gareth demostrándonos que el amor existe. Lloraremos por Valencia, por Hortensia. Por el reino del rey Richard. Lloraremos por los piratas. Y ahogaremos nuestras penas en el Bosque Encantado.

Fase 5: ¿Aceptación?

De acuerdo, entendemos que las cosas tienen que ser así. Echaremos de menos Galavant, pero sabemos que no podía ser de otra manera. Al fin y al cabo, éramos conscientes de que habíamos tenido mucha suerte de tener una segunda temporada. Si hace falta, ahogaremos todos nuestros sentimientos en alcohol, pero todo estará bien. Vendrán más series. Nos volveremos a enamorar. Y guardaremos un rinconcito en nuestro corazón para Galavant, pero la vida sigue. Gracias por todo, Galavant. Hasta siempre.

Qué leches, ¿a quién quiero engañar? La vida sin Galavant no es una vida que merezca ser vivida. Miremos al exterior, pues, para buscarle una segunda vida a Galavant. ¿Qué tal si la mudamos a Chicago? A Dick Wolf le parece una buena idea y la NBChicago nos la quitaría de las manos. ¿Alguien más? Netflix, Amazon, Hulu, Yahoo, AltaVista, ¡es vuestro momento! ¡No dejéis escapar la oportunidad de vuestras vidas!