En el mundo realitiero hay de todo, que nos quede claro a todos. Hay cosas muy serias y bien hechas, el equivalente al concepto “serie HBO” pero aplicado a los realities. Y sí, a menudo es lo que usamos cuando queremos dejar claro al resto del mundo que ver realities y que te den la vida es algo absolutamente aceptable. E incluso necesario. Pero no podemos olvidarnos de esos otros realities, esos realities que sacan nuestro lado más trash y que nos hacen incluso más felices. Y, por supuesto, no se puede hablar de esos realities trash con efecto “miremos fijamente al terrible accidente de tren” sin nombrar esa maravilla que es America’s Next Top Model.
A estas alturas creo que no hay una sola persona en todo el planeta que no sepa más o menos de qué va America’s Next Top Model, ANTM para acortar. Capitaneado por esa Agente del Mal y Grande de la Vida que es Tyra Banks, el programa toma a un grupo de concursantes (solamente chicas hasta el ciclo 19; chicos y chicas durante los tres últimos ciclos) con la excusa de convertirlos en top models. Cada semana, tienen que hacer una prueba (que puede ser grabar un anuncio, aguantar insultos o cualquier mamarrachada que se le ocurra a Tyra esa semana) y finalmente tienen una sesión de fotos, de la cual Tyra elegirá una foto concreta y mandará a su casa a la persona que le parezca que tiene la peor foto. O que le caiga peor. O cualquier excusa que a Tyra se le ocurra, que para eso es su programa.
Lo que hace que el programa pueda verse de dos formas. Hay quien lo ve apoyando de verdad a los que cree que son mejores modelos, y viviendo por las sesiones de fotos y sí, quién de verdad tiene la mejor foto. En serio, os juro que existe gente que ve el programa por ese motivo. La mayoría de nosotros, de todos modos, lo vemos por esa maravilla del entretenimiento trash que es. Porque lo es, creedme. Y eso es algo en lo que no falla, dándonos exactamente lo que le pedimos temporada tras temporada.
Algo que por supuesto tiene mucho que ver con el cast. Se le pueden encontrar cosas que criticar, y si eres de esas personas que viven en una cruzada contra cierto tipo de realities, se las vas a encontrar. Pero lo cierto es que siempre se las apañan para meter en una misma casa a divas, locas, gente con personalidades explosivas de todo tipo y, sobre todo, muchos personajes con toda la estabilidad emocional y mental de un personaje sacado de una serie de Ryan Murphy. Y eso, señores, garantiza entretenimiento.
Un entretenimiento absoluto que ya estaba ahí desde esa primera temporada, que era tan low cost parecía grabada en el sótano de la casa de Tyra con un par de sábanas para cubrir las paredes y una webcam. Pero low cost no significa menos maravillosa, y así es como el monólogo de Queen Elyse criticando a todo y a todos se ha convertido en historia de la televisión. Y no es la única. Al fin y al cabo, a ANTM le tenemos que agradecer la existencia de Jade y sus delirios. Jade, villana, diva e icono televisivo.
Durante las veintidós temporadas que llevamos de ANTM (de las que tengo que confesar que solamente he visto la mitad, pero pienso ponerle remedio en algún momento de mi vida), el reality de Tyra Banks se ha hecho un hueco en la historia realitiera, y su colección de momentos icónicos da para hacer nuestra propia lista y aun así quedarnos cortos. Si no hubiera sido por ANTM, no habríamos visto a Rebecca desmayarse en medio de su crítica durante el ciclo 4, a Michelle ser acusada de tener “flesh eating bacteria” en la misma temporada, el drama de Shandi poniéndole los cuernos a su novio en el ciclo 2 y, por supuesto, EL gif de Tyra, tan socorrido para todas las situaciones de la vida.
Mención aparte merecen todos los dramas derivados del cambio de look. Porque sí, señores, en toda su maldad y para nuestro regocijo, Tyra hace pasar a todos los concursantes por un maravilloso y a menudo radical y tremendamente ridículo y cutre, cambio de look. Algo que obviamente es dinamita cuando lo mezclamos con la inestabilidad de la mitad de los aspirantes a modelos que pasan por el programa. No en vano es el episodio de los cambios de look el más esperado cada temporada, y el que nunca falla en proporcionarnos todo tipo de dramas, desde los habituales lloros a, sí, gente yéndose del programa porque se niegan a que les corten un poco más el pelo.
Si a estas alturas aún no os he convencido para que veáis ANTM y lo adoréis por ser esa maravilla trash que es, no sé qué clase de seres humanos sois. Porque, como Stefon de SNL diría, ANTM lo tiene todo. Drama, más drama, mamarrachadas varias y entretenimiento asegurado. Y sesiones de fotos con conceptos a cual más WTF (no, en serio, les han hecho posar con todo tipo de bichos, cubiertas de carne, colgados de distintos sitios y hasta con vestidos hechos de pelo humano). Y, por si con eso no fuera suficiente, mucha gente guapa con la que alegrarse la vista.
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