Antes de nada, ¿qué es Channel 4? Para quién no lo sepa es un canal británico, o mejor dicho corporación británica, ya que engloba otros canales hermanos entre los que se encuentra el fantástico E4. Vamos, que E4 es Channel 4, pero Channel 4 no es sólo E4. ¿Pilláis el tema? Hablamos de Channel 4 de forma global, ya que aunque la mayoría de las series que quiero mencionar han sido emitidas a través de E4 ajustándose a su bloque teen de programación, la corporación funciona como una gran mole de programas compartidos en donde Channel 4 es la cadena madre. Ahora os paso a explicar esto un poco mejor.
E4 empezó en la web y saltó a la pantalla clásica, así que ahora mismo es algo así como un canal que acompaña a Channel 4 en su oferta digital, al que se puede acceder a través de diferentes vías y que está enfocado a un público juvenil. Lo de E va por “entretenimiento”, porque son superlistos y saben lo que queremos en la vida. Os lo cuento porque un día empecé a darme cuenta de que todas esas series adolescentes británicas que tanto me gustaban siempre aparecían bajo el logo de Channel 4 (o E4, que viene a ser lo mismo). Y dije, ¿qué pasa aquí? A continuación repaso sus cinco mejores series originales sobre adolescentes, por si no las conocéis todas, ya que tienen un estilo propio yo creo que bastante transversal. Vamos, que si os gusta una, raro será que no os gusten las otras.
Skins
Supongo que ya la conoceréis, porque Skins lo fue TODO. Es la gran serie adolescente británica por antonomasia y probablemente uno de los mejores dramas adolescentes que hayamos tenido nunca. Y sí, la emitió E4. Destaca por retratar los problemas adolescentes con realismo, mostrando también la parte de culpa que puede tener la influencia paterna o una familia desestructurada. Pocos protagonistas adolescentes están tan lejos del niñatismo como los que nos dio Skins, ahí están los Cassie, Chris, Effy o Cook, personajes de un carisma y una personalidad arrolladora. Esa forma descarnada de enseñar los problemas, de saber conectar con el corazoncito del adolescente medio sin caer en la caricatura, es algo muy británico. No sé cómo lo hacen, pero si te enamoraste de Skins, debes saber que las que cito a continuación tienen más de lo mismo o al menos ciertas características comunes (aunque nunca de forma tan redonda como Skins, la comparación sería odiosa).
Misfits
Puede que también la conozcáis, ya que empezó algo después que Skins y, en aquel fervor que sentíamos por la primera, enseguida caímos a los pies de la verborrea etílico-sexual de Nathan y del acento choni inglés de Kelly. Misfits está mucho más pasada de rosca, es más gamberra que Skins y también mucho menos seria. Trata sobre un grupo de adolescentes que hacen trabajo comunitario por delitos así tipo de juventud, pero durante una tormenta eléctrica muy rara de repente pasan a tener superpoderes. Y no, no es una serie de superhéroes, no tengo muy claro qué es, sólo sé que matan gente a porrillo, dicen muchos tacos y siempre andan metidos en líos a cada cual más surrealista. La salida de algunos protas fue dura y es cierto que tras sus dos primeras temporadas la serie cayó en un limbo que nos interesaba más bien poco, pero en su defensa he de decir que creo que la última temporada mejoró y se despidieron de forma bastante digna. Y fue la carta de presentación de Iwan Rheon, el que hace ahora de marido psicópata de Sansa en Game Of Thrones. No es moco de pavo.
The Inbetweeners
The Inbetweeners son lo que se deduce, ni los populares ni los inadaptados conflictivos ni los empollones, sino los del medio, aquellos que no “cuentan” en la jerarquía del instituto. Will, Simon, Neil y Jay son cuatro pringaos de lo más pringao que te puedes encontrar. Estos muchachos con sus hormonas revolucionadas, su edad del pavo, su pobre capacidad para tomar buenas decisiones y su escaso éxito entre las chicas, van de desastre en desastre a lo largo de toda la serie. Aunque os suene menos, The Inbetweeners llegó a ser el programa de mayor audiencia de E4, dio lugar a dos películas posteriores y ganó varios British Comedy Awards. Se aleja del estilo Skins de angustia adolescente, aunque tiene la misma actitud cómica al hablar, por ejemplo, sobre la obsesión de estos cuatro chavales por el sexo y meter a sus personajes en situaciones patéticamente graciosas (muy al estilo de Sid en Skins, si os acordáis). Merece una oportunidad, al menos para ver si su tipo de humor encaja en vuestro gusto.
My Mad Fat Diary
La más reciente de todas las que he querido incluir y también la que me impulsó a escribir esta entrada. La serie está basada en el libro “My Fat, Mad Teenage Girl” y cuenta la historia de Rae Earl, una adolescente con problemas de salud mental a la que le cuesta aceptar su aspecto físico. El viaje de Rae a lo largo de sus tres temporadas tiene demasiados ingredientes maravillosos como para que la paséis por alto, entre ellos un gran grupo de secundarios y una acertada ambientación noventera, pero si queréis tener más motivos para verla leed la carta de amor que le dediqué en su día. La combinación de drama y comedia es casi perfecta, bebiendo mucho del estilo que ya os he comentado por ahí arriba. Así que si os gustan las tres anteriores, no lo penséis e id a por ella.
Sugar Rush
La más antigua de todas las que menciono y también, quizás por ello, la más desconocida e infravalorada. Kim es una adolescente en pleno despertar sexual, que se encoña bastante de su mejor amiga, Sugar. Es una especie de cuelgue más sexual que romántico creo yo, pero la mujer se obsesiona un poco y la serie gira en torno a este proceso de identidad sexual, hormonas adolescentes y experiencias narradas por Kim en primera persona. Sugar es un poco cabra loca y la lleva por la calle de la amargura, ya que Kim es lesbiana y Sugar heterosexual. La familia de Kim es muy loca y encaja perfectamente con esa tradición que tienen los británicos de enseñarnos también el lado paterno más disfuncional (e hilarante), en lugar de poner todo el peso en los errores de los hijos. La serie también está basada en un libro, muy en la línea de My Mad Fat Diary, y se emitió en Channel 4 antes de pasar a E4. Os animo a conocerla, al ser la primera de todas ellas, para que tracéis la evolución de todas estas fantásticas series.
Queda claro que en el Reino nos gusta lo adolescente. Amamos a The CW, así que creíamos necesario daros a conocer las joyitas de E4, su pseudo-homóloga británica. El estilo es diferente, pero el target es el mismo. Sólo tenéis que echar un vistazo a su parrilla, con conocidísimas series juveniles importadas de las Américas. Y si ahora queréis saber aún más sobre Channel 4, preguntadle a papi Google y a mami Wikipedia. Nunca fallan.
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