¿Sabéis cuando empezáis una serie un poco porque sí y de repente un día os dais cuenta de que la estáis disfrutando mucho? Pues eso es lo que me ha pasado a mí con esta serie aussie. The Wrong Girl es una serie australiana que adapta un libro sobre una veinteañera, sus dramas amorosos y su grupo de amigos. Sin más. Por eso, cuando empezó, allá por las semanas en las que todavía estaba arrancando todo, se coló en mi lista de series a seguir únicamente por esa ansia de seguir absolutamente todo que me da siempre en septiembre.

Nunca he sido muy de romcoms, y nada en el título o el argumento me decía que iba a ser una serie demasiado para mí. Y, sin embargo, el primer episodio se me hizo entretenido. Los personajes, sin ser nada del otro jueves, tenían sus matices y podían dar algo de juego. El triángulo amoroso que se insinuaba no era excesivamente molesto. Y, en general, pues lo que comento, prometía ser una serie ligerita con un grupo de personajes relativamente entrañables. Así que seguí con ella.

Y ahora, después de varios episodios, me he dado cuenta de que disfruto un montón con la serie. De que, de hecho, han conseguido que prácticamente todo en The Wrong Girl me resulte en cierto modo interesante. Lily, la protagonista, es una chica bastante normalita, tan normalita que hasta repite ropa, y aunque tenga sus cosas de protagonista de comedia romática (como dejarse el walkie encendido sin querer y que te escuchen todos tus compañeros de trabajo), también resulta bastante simpática. Y tiene sus matices. No es una caricatura ni necesariamente un estereotipo, y es fácil cogerle cariño.

The Wrong Girl

Algo que se hace todavía más fácil cuando tienes en cuenta a sus dos mejores amigos. Porque uno de los puntos fuertes de la serie es precisamente que esas amistades funcionan muy bien. Pete es inicialmente (y probablemente se acabe volviendo a ello) la esquina uno del triángulo amoroso, pero ante todo es el mejor amigo de Lily. Y la serie se preocupa por hacernos entender esa amistad, sus altibajos, su dinámica y, sobre todo, a cada uno de ellos, con sus virtudes y sus defectos. Lo mismo ocurre con Simone, la compañera de piso (y otra mejor amiga) de Lily. La serie se preocupa por que, a pesar de que claramente Simone y Lily son muy diferentes (o precisamente por ello), su amistad se transmita perfectamente a través de la pantalla.

Y ahí está la gracia de la serie. No nos ofrece un concepto excesivamente nuevo, pero se preocupa por convertir a sus personajes en personas, y por convertir sus amistades y sus relaciones en algo que entendemos y que nos interesa. Qué leches, si hasta cuando entran en lo menos interesante de la serie, que es el drama amoroso, lo manejan todo bastante bien. Y hasta consiguen que Jack (la otra esquina del triángulo, y que os sonará a todos los que hayáis visto Cleverman) tenga más fondo que ser simplemente una cara bonita.

The Wrong Girl

Otro elemento muy entretenido que tiene The Wrong Girl es el entorno de trabajo de Lily. Porque Lily es productora en la edición de fin de semana de un programa de estos diarios mañaneros de televisión, y las tramas del detrás de las cámaras resultan muy entretenidas. Y divertidísimas cuando giran alrededor de manejar el ego, las inseguridades y la estupidez general del presentador (si os hace gracia el presentador en Unreal, vais a adorar a este personaje).

E incluso cuando les da por adentrarse un poco en la familia de Lily, salen algunas cosas bastante interesantes. Como, por ejemplo, la trama de su hermano Vincent, que utiliza silla de ruedas y se desespera cuando su madre no le deja vivir con la libertad que todo ser humano de 31 años se merece.

Cuando juntamos todo esto, la verdad es que nos queda que The Wrong Girl es una serie muy simpática. No descubre nada nuevo, pero es un entretenimiento ligerito bastante bien hecho. Y con unos personajes bastante simpáticos. Con lo que, si necesitáis algo para pasar una tarde tonta, no me queda más que recomendárosla.

Si te ha gustado, puede que te interese:

SPEECHLESS – UNA COMEDIA CON VOZ PROPIA

BLACK-ISH, LA COMEDIA QUE NECESITÁIS

GOLIATH – DAVID E. KELLEY EN LA ERA DEL STREAMING