Ahora que estamos a punto de decir adios a la maravillosa Leslie Knope, os ofrecemos una
opción alternativa para que el trance sea más llevadero. Se trata de
otro happy place, la comedia Brooklyn Nine-Nine, en cuya creación participaron dos de los responsables de
Parks and Recreation,
Mike Schur y
Dan Goor. Grabada como un documental, con una cámara como testigo de todo, no pertenece al género del
mockumentary (o falso documental) pero se acerca mucho a ese estilo.

«Que corra el aire»
Podríamos esperar una versión de la pelicula
Loca Academia de Policía serializada, pero Brooklyn Nine-Nine es mucho más. De la misma manera que
Anatomía de Grey no es una serie de médicos,
Brooklyn va de policías, sin ser la típica serie de detectives que resuelven misterios. El gran aliciente no es tanto el caso que investigan, sino las relaciones que se establecen entre los protagonistas. El guión de cada episodio suele ser bastante incoherente, con
situaciones absurdamente divertidas, y con un reparto lleno de personajes disparatados, infinita química y mucha, muchísima chispa.
La serie se centra en Jake Peralta (
Andy Samberg, humorista de
Saturday Night Live), un inmaduro pero eficiente detective
al que se le asigna un nuevo jefe, Ray Holt (
Andre Braugher). El capitan llega para ponerle límites a Peralta, enseñarle a trabajar en equipo y hacer de él un policía ejemplar. Samberg, que se hizo famoso con un puñado de virales a ritmo de rap, está perfecto en el papel. Joven e inmaduro, cargante pero carismático, Peralta es el tío que rompe las reglas y expresa sin tapujos todo lo que le pasa por la cabeza.
Mientras, Holt se dibuja como un jefe autoritario y estricto (y negro, y viejo, y gay), que tiene que tomar las riendas de una atípica comisaría repleta de detectives descerebrados, pero muy achuchables. Su rostro imperturbable hace imposible saber si piensa en acariciar cachorritos o en descuartizar a su vecino.
Un reparto en el que nadie sobra. Por eso la guinda del pastel es la secretaria Gina (
Chelsea Peretti), auténtica
protagonista en un universo muy paralelo. Gina es la compañera de trabajo que ninguno quisieramos tener, narcisista y cotilla, con un ego por las nubes y loca de remate. Imposible no quererla y confirmarla como la gran diva que es.
Sin olvidar a
Charles Boyle (
Joe Lo Truglio), el buenazo de la comisaría. Obsesionado con la comida gourmet (y con conquistar a Rosa) siente una admiración incondicional por Peralta.
Es el perfecto bufón y carga con los casos que nadie quiere, siempre con buena cara y una efectividad aplastante. Es de lo más adorable.

«¿No era esto Sons of Anarchy?»
Para los que se preparan para la marcha de Parks and Recreation, podemos encontrar la esencia de los funcionarios de Pawnee en esta comisaría de Brooklyn. Jake Peralta podría ser el alter ego (más guasón) de Leslie Knope. Igualmente, Rosa podría ser hermana de April; Boyle se asemejaría a Tom, el amigo incondicional del protagonista; Gina podría erigirse como la versión italo-americana de Donna; Hitchcock y Scully, primos hermanos de Jerry; y el capitan Holt sería equiparable a otra figura autoritaria, tan temida e inofensiva como Ron Swanson.

Acero para barcos
Brooklyn Nine-Nine es la única serie actual capaz de tomarle el testigo. A pesar de las similitudes, ha encontrado su propia personalidad y cuenta ya con su propia mitología. Los sobadísimos clichés policiales dan para mucho, pero los complementan con parodias de los estereotipados procedimentales y de toda película de acción que se nos ocurra. Sin artificios ni pretensiones, se burla de los policías, se burla de las comedias y sobre todo, de sí misma.
Es una vuelta a los básicos y funciona. En 2014
ganó dos Globos de Oro como mejor comedia y mejor actor de serie de comedia (Samberg). A día de hoy está a punto de completar su segunda temporada y
FOX ya ha anunciado su
renovación para una tercera. Lo celebramos, es un
happy place a la altura. Acabamos con Gina, porque no podía ser de otra manera.
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