Voy a hacer una confesión: cuando se trata de programas tipo late night, a veces me cuesta un poco (o bastante) darles una oportunidad, aunque vengan con mil recomendaciones a las espaldas. Incluso si son programas semanales, que ya es tener ganada media batalla conmigo (que no, aún no he conseguido mi propio giratiempo), siempre tengo mis dudas sobre si conseguiré conectar con el tipo de humor de cada uno. Y con las dudas viene la pereza. Y así no hay quien se anime a empezar nada. Una forma de convencerme, eso sí, es hacerme ver que el programa que me recomiendan tiene un punto de vista lo suficientemente distinto a lo que ya tenemos como para que de verdad pueda aportar algo nuevo e interesante. Que tengan un algo que, de verdad, haga que merezca la pena sobrepasar esa pereza inicial.

Y teniendo todo esto en cuenta, claramente cuando recomiendo algo, lo hago desde la convicción de que son programas tremendamente necesarios, que todo el mundo debería estar viendo. Así, nunca recomendaremos lo suficiente Last Week Tonight, que es uno de esos grandes imprescindibles desde hace un par de años, y que hace unos segmentos bastante interesantes e investigados. Con lo que sí, si no lo estáis viendo, no sé a qué esperáis para poneros con el programa de John Oliver. Pero no es el único que merece mucho la pena. Así que, si necesitáis otro programa de este tipo, aquí estoy yo para recomendaros encarecidamente que le echéis un vistazo a Full Frontal with Samantha Bee.

Full Frontal empezó su primera temporada en febrero de este año en la cadena TBS, y emite un episodio de veinte minutos a la semana. Con algún que otro hiato entre medio, con lo que aún tenéis tiempo de poneros al día si le dedicáis una tarde. Y en estos veinte minutos la comediante Samantha Bee se dedica a comentar diversos acontecimientos que han ido teniendo lugar a lo largo de la semana, o de cierta relevancia en general, principalmente de corte político.

Aprovechando el circo político que tienen montado en USA con las próximas elecciones, la verdad es que los chistes se hacen prácticamente solos. Es decir, ya están escritos. Pero Samantha no se corta un pelo y tiene material para repartir a absolutamente todo el mundo, con chistes muy inspirados y, sobre todo, mucha crítica. Y mucha mala leche, y mucho sentido común, eso también.

Full Frontal es de esos programas en los que, aviso, va a tres o cuatro chistes por segundo, y sin bajar el ritmo. Para que os hagáis una idea, yo que soy muy de no enterarme de nada de lo que me dicen si me estoy riendo, no es raro que tenga que parar cada episodio varias veces. Con lo que al final me acaban durando casi el doble de esos veinte minutos, y eso claramente es muy buena señal. Son sobre todo chistes cortos sobre temas (o personajes) concretos, muy rápidos. Y algún sketch de vez en cuando, y vídeos muy divertidos en cada programa. Por ejemplo, Samantha ha hablado fascinada con gente pro-Trump, ha querido contagiarse del idealismo de gente pro-Sanders y ha documentado la experiencia del activista ateo David Silverman en una convención conservadora. Entre otras cosas.

Samantha Bee es, además, una mujer en el territorio late night, que no es precisamente algo de lo que andemos sobrados. Y su programa es una muestra más de por qué es tan necesario ponerle remedio a este problema. Su punto de vista, el enfoque que hace de los temas, es un enfoque muy femenino, y sobre todo muy feminista. Y este es un enfoque tremendamente necesario, y una perspectiva que merece y debe ser escuchada.

En cuanto a los episodios en sí, sí que es verdad que al principio igual le cuesta un poquito arrancar. No porque en los primeros episodios no tenga ya muchos de los elementos que hacen el programa genial, o porque los primeros episodios sean malos, que tampoco. Ocurre, o al menos a mí me pasó, que en los primeros episodios se veían unos cuantos elementos muy buenos, pero fallaba un poco el ritmo. De alguna manera, había algo que no cuadraba en la duración de 20 minutos. Con el paso de los episodios (y ha sido rápido, que aún queda mucha temporada por delante), le fueron pillando el punto, y ahora son de los veinte minutos más imprescindibles de toda la semana televisiva.

Y ella mola. Vaya que si mola. Ella y su colección de blazers, claramente. Que no es casualidad que el Boys Wanna Be Her de Peaches, que abre el programa, describa perfectamente los sentimientos de cualquiera hacia ella.