Con la llegada de septiembre el calor va desapareciendo de nuestras vidas y empiezan a llegar las tormentas. Esas tormentas rápidas, que salen de ninguna parte y se van tan rápido como han llegado. Ahora mismo, de hecho, está cayendo el diluvio universal sobre mi casa y, por alguna razón, me ha venido a la mente una de mis series predilectas de hace ya unos años: Historias de la Cripta. He recordado aquellas noches viendo al Guardián de la Cripta presentando esas historias (de entre las cuales algunas daban miedo y otras, risa) y me ha parecido oportuno rendirle un breve homenaje a esta serie que, si bien fue bastante irregular, siempre tendrá un hueco en el corazón de todos aquellos que adoramos el género de terror.
Producida por la HBO y emitida entre 1989 y 1996, fue una serie de antología basada en los cómics de EC Comics cuyos capítulos (tiene 93 en total), de una media hora de duración, narraban historias independientes que mezclaban el suspense, el humor y el terror, con muy pocos límites en lo referente a las tramas que contaban. Sin tenía un mínimo punto de extravagancia, podía hacerse un capítulo al respecto. Quizás por eso, muchos capítulos se alejaban totalmente del género que supuestamente debía tener la serie: el terror. No obstante, al emitirse en la HBO, la serie podía escapar a la censura e incluir escenas de sexo, violencia, gore y un humor negrísimo que caracterizó a Historias de la Cripta.
Ese carácter tan negro y particular quedaba personalizado en la figura del Guardián de la Cripta, aquel esqueleto putrefacto que introducía y despedía cada capítulo desde el sótano de su mansión y que hacía llorar a los niños y reír a los adultos. Pero aquella marioneta resultona y la intriga de saber que el espectador podía esperar literalmente cualquier cosa de cada capítulo (desde lo peor hasta lo mejor) no eran lo único memorable de esta serie, no.
En el top de elementos míticos de esta serie está la interminable lista de estrellas de cine que, de un modo u otro, pasaron por la serie y dejaron su huella. Actores como Steve Buscemi, Daniel Craig, Benicio del Toro, Ewan McGregor, Martin Sheen, Bob Hoskins… O iconos como Tom Hanks, Robert Zemeckis, Tobe Hooper o el mismísimo Schwarzenegger que en algún momento se pusieron en la silla del director. Verla hoy en día ya es una delicia solo por poder contemplar el desfile de actores, algunos de los cuales ya eran famosos cuando participaron en la serie y otros que irían adquiriendo fama posteriormente.
Y, por supuesto, quién puede olvidar aquella intro tan fantástica por lo magníficamente bien que introducía al espectador en el tono cómico-terrorífico de la serie con esa melodía tan endiabladamente pegadiza compuesta nada más y nada menos que por Danny Elfman.
Historias de la Cripta estaba muy lejos de ser perfecta, pero tenía un encanto único propio de la naturaleza de la serie y de la época en la que se hizo. La evolución del mundo de la televisión tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y dentro del saco de las malas entra el que ya no se hagan apenas pequeñas joyas modestas y sencillas pero con chispa. Lo bueno es que, siempre que queramos, podremos revisitar la mansión del simpático Guardián, quien estoy seguro que nos refugiará en su cripta del mundo exterior, lleno de concursos y realities basura. Eso sí que da miedo.
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