Cuando anunciaron que Tim Kring pensaba traer de vuelta Heroes con una serie nueva llamada Heroes Reborn, mi reacción fue de escepticismo, de miedo incluso. ¿Por qué? La última temporada de Heroes había sido tan penosa que difícilmente podían apelar a la nostalgia. Todos terminamos deseando que cancelasen Heroes porque daba puta pena, es un hecho. Así que al principio el regreso de Heroes me daba más pereza que otra cosa. El problema es que en los posteriores meses empezaron a sacar cosillas, a anunciar actores y actrices (lo de Zachary Levi fue un puntazo porque es el tío más majo de la Tierra) y a desvelar algunos regresos. No volvía Claire Bennett, pero volvía Hiro Nakamura. Y claro, nos subieron el hype.
Ahora con seis capítulos, toca hacer balance para ver si ha sobrevivido a las expectativas que nos dieron en la Comic-Con (y ojo por si hay SPOILERS). De entrada yo diría que es un fifty-fifty. Es decir, si a lo largo de los episodios, como antiguo fan de Heroes que eres, te dejas llevar por ese ramalazo hype-nostálgico y te ilusionas cada vez que nombran a Mohinder o a Claire, es posible que lo disfrutes. Si por el contrario eso se desvanece y sólo te quedas con la serie en sí, no tienes demasiados incentivos porque en realidad tampoco es que aporte nada nuevo. Esto nos lleva a una conclusión clara: Heroes Reborn es una serie para fans de Heroes. Si la ves sin saber de qué va el rollo, probablemente no tengas muchas ganas ni de seguir viéndola ni de ver la serie anterior. E incluso si eras fan de Heroes (ayyy, aquella primera temporada que nos dejaba el culo torcido episodio tras episodio), puede que también ni fu ni fa.
En Heroes Reborn el protagonista es Noah, algo lógico teniendo en cuenta que es el único prota de la serie original que vuelve (al menos desde el principio). Todo gira alrededor de una bomba que explotó hace años en pleno encuentro yippi hippie para la paz y el amor entre evos y no evos. Una bomba que se dice que fue cosa de Mohinder, quien desde aquella está en busca y captura por terrorismo (pero no sale en la serie, para nuestra desgracia). Es un mundo hostil para los evos y el argumento general es el típico nosotros vs. ellos que ya hemos visto en X-Men, por sacar una analogía entre superhéroes. Nadie sabe qué pasó ese maldito día, ya que Noah se hizo borrar la memoria y no recuerda nada, ni siquiera quién mató a su hija. Sí, ese es el primer puñetazo en el estómago que nos dan: Claire está muerta. O eso nos dicen, porque yo me niego a creerlo.
Entre todo esto vamos conociendo a los nuevos héroes, algunos con interés y otros más sosos que lamer una piedra. Tim Kring la ha vuelto a cagar al no haber sabido construir a todos los “nuevos héroes” de forma interesante. Hay algún poder que sí es molón, por ejemplo, el del chaval que puede hacer desaparecer a las personas enviándolas a dónde le dé la puta gana, o el de la zagala que aparentemente es capaz de controlar todos los elementos naturales. Pero hay otros que dan vergüencita ajena: un cura que se convierte en humo, un señor que hipnotiza a personas con una moneda o una chica que se convierte en personaje de videojuego. Y vale que a mí katana girl me pareció adorable de primeras porque creí que su historia tendría ramificaciones guays con la de Hiro, pero con el paso de los episodios su trama no ha ido más allá de verla digitalizada con unos gráficos que hacían sangrar los ojos mientras iba “pasando niveles” con la ayuda de su amigo friki. Muy desaprovechada.
Sumémosle a esto una pareja de locos que empiezan matando evos porque sí, porque su hijo era evo y murió en la explosión, entonces matan evos por venganza, pero luego a uno le entra el remordimiento de estar matando evos porque es un evo. Logic not found. Hay, por supuesto, una mala malísima de una compañía que explota evos en secreto y un supuesto gran apocalipsis que se avecina. Las tramas parece que poco a poco van confluyendo hacia ese gran destino de salvar al mundo, pero sin mucha tela que cortar. A nadie le interesa la historia de El Vengador, por ejemplo, y la aparición de antiguos personajes ha sido visto y no visto.
Aún así, reconozco que el primer capítulo lo compré rápidamente. Soy simple y mi mente estaba demasiado emocionada para procesar bien la información que recibía. Seis capítulos después aquí sigo y el hype se va diluyendo poquito a poquito. Lo malo es que sé que voy a verla hasta el final, porque también soy débil. Necesito saber qué ha pasado con los Petrelli y con Sylar, ver los demás regresos de los héroes antiguos que se han anunciado y esperar que nos den alguna sorpresa con los que no han anunciado (estoy mirándote a ti, Hayden Panettiere).
Lamentablemente, la historia en sí es prescindible y no expande el universo Heroes, sino que mayoritariamente vuelve a caer en sus mismos errores con algún que otro momento destacable y menciones a la serie antigua que sí nos hacen sacar el fan que llevamos dentro. La serie va aguantando por el hype y por las ganas que tenemos de que se rediman, pero lo ponen muy difícil. Sin un argumento potente y sin protagonistas que igualen a los originales en carisma, es fácil suponer que el final de esta temporada será, esta vez sí, su adiós definitivo.
Pues eso, miraba Heres Reborn por puro hype nostálgico aunque claramente no aprendieron de los errores que les costo la cancelación en primer lugar. Sin embargo, el septimo episodio dio un giro que me hizo tener esperanzas reales de que mejore.