Hoy hablamos de Garth Marenghi’s Darkplace (o Darkplace, para abreviar), una serie que encaja indudablemente en la categoría de series rarunas poco conocidas pero que, quienes la conocen, la aprecian como una de esas pequeñas joyas ocultas que vale la pena descubrir. Y, ¿qué hace tan especial a esta serie? Bueno, puede que requiera cierto trabajo expresar por qué es tan única.
Imaginemos una serie típica ochentera y cutre: fallos de raccord constantes, actuaciones acartonadas y sobreactuadas, efectos especiales deficientes (como mínimo), decorados cochambrosos… Ahora imaginemos una serie actual que incluye todos esos elementos de manera deliberada. Eso es Darkplace, la cual está dirigida (por Richard Ayoade) siguiendo todos esos parámetros para que no se note en ningún momento que la serie es de 2004 sino con la intención de que parezca totalmente una serie (mala) de los años ochenta.
Pero esperad, que hay más. Darkplace se presenta no solo como una parodia de todo lo cutre y absurdo que podría haber en una serie de esas características, sino incluyendo además elementos de metaficción que, aparte de ponérmelo difícil para describirla, aumentan el componente humorístico de la historia. La serie comienza con la presentación de un hombre ficticio llamado Garth Marenghi (Matthew Holness), quien se autodenomina “autor, tejedor de sueños y visionario, además de actor”. En esta presentación, Garth nos cuenta que es un famoso escritor de novelas de terror. Nos dice que, en los años ochenta, escribió, dirigió y protagonizó una serie llamada Darkplace siguiendo el mismo tono de ficción y terror que tenían sus novelas. Por desgracia, esa serie era tan radical y avanzada a su tiempo que se denegó su emisión y que ahora, por suerte, podía rescatar del desván para emitirla y deleitar al mundo con sus historias. ¿De qué va esa serie-dentro-de-la-serie? Las historias giran en torno al Hospital Darkplace, donde ocurren diversos acontecimientos paranormales que serán investigados por los propios trabajadores del hospital.
De este modo, nosotros los espectadores no sólo contemplamos las historias de esa serie presuntamente antigua, sino que además intercala en sus episodios entrevistas con el visionario Garth y su compañero Dean Learner (Richard Ayoade) sobre la realización de la misma. Dichas entrevistas son, por supuesto, igual de ficticias que la serie de la que hablan.
Bajo esta premisa tan enrevesada, Garth Marenghi’s Darkplace parodia todo lo que se le pone por delante: series de médicos, policíacas, de terror, románticas…Todos los elementos que forman parte de esta serie crean una intrincada red de referencias metatextuales que, si bien hacen que sea muy difícil describirla, resulta muy sencillo de asimilar en el momento en el que te pones a verla. Sin embargo, aunque desconozco el motivo por el que la serie se canceló tras 6 episodios, no sería descabellado pensar que se trataba de una serie demasiado inaccesible para triunfar, porque se trata de una serie hecha con el propósito de imitar a una serie mala, cutre y absurda, y lo hace tan bien que no mucha gente es capaz de entrar en su juego.
La pregunta es, si una serie se hace con la intención de imitar series malas y lo hace tan bien que mucha gente se lo cree de verdad, ¿eso la convierte en una serie mala o en todo lo contrario? Para mí entra en la segunda categoría y, aunque no me extrañaría que este artículo sea bastante confuso a la hora de describir Garth Marenghi’s Darkplace, creo que vale la pena darle una oportunidad y juzgar por vosotros mismos. Y como muestra, incluyo el vídeo de la intro, que es tan descacharrante como todo lo que la acompaña. Como no es de extrañar, la serie no se emitió nunca en nuestro país, aunque sí es posible adquirirla en DVD en amazon.
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