Un año más, los fans de las series de superhéroes de la CW estamos de enhorabuena, porque ya tenemos aquí el crossover anual de nuestros personajes favoritos. Y esta vez, por suerte, no hemos tenido que esperar hasta casi el final de la temporada porque CW se ha portado y nos lo ha traído apenas en el capítulo 8 de sus respectivas temporadas. Esta semana se ha emitido en Estados Unidos, pero si no lo habéis visto, aún estáis a tiempo, porque Syfy lo emite sólo una semana después de su estreno original.

Cool guys don’t look at explosions.
Para que no os hagáis un lío con su orden de emisión, apuntad el orden correcto de visionado:
Parte 1: Supergirl 3×08
Parte 2: Arrow 6×08
Parte 3: Flash 4×08
Parte 4: Legends of Tomorrow 3×08
¡No os confundáis y lo veáis desordenado, que el año pasado el de Flash iba antes que el de Arrow y el cambio de orden de emisión puede ser un poco confuso!

¿Es que nadie va a sonreír para la foto del anuario?
Estos crossovers, como pasa en los cómics, suelen ser cada año más espectaculares que el anterior. Si la última vez –sin contar el exquisito capítulo musical, que sólo fue un crossover entre Flash y Supergirl, sin contar con las otras dos series– tuvimos una invasión alienígena, en esta ocasión tiramos la casa por la ventana con una invasión extradimensional. Los héroes de las cuatro series, reunidos en Central City con motivo de la boda de Barry Allen e Iris West, tendrán que enfrentarse a las tropas de la Tierra-X, un universo alternativo en que los nazis ganaron la segunda guerra mundial y ocuparon todo el planeta. Un mundo terrorífico que parece sacado de “El hombre en el castillo” de Philip K. Dick –como Felicity se apresura a apuntar, en uno de su múltiples comentarios jocosos-.

Kara, alúmbrame un poco, anda, que no sé dónde he dejado la moto.
¿Qué tenemos en este crossover? Todas aquellas frikadas que nos puedan gustar. Ninjas. Nazis. Robots. Ninjas nazis. Robots ninjas nazis. Pero, sobre todo, versiones alternativas malvadas de los superhéroes a los que admiramos y queremos –que es una de las cosas más interesantes de los eventos multiversales de cualquier cómic de Marvel o DC-. El sanguinario Führer Oliver Queen y su amada Overgirl te ponen la piel de gallina y te demuestran el par de actorazos que sin duda están hechos Stephen Amell y Melissa Benoist. También tenemos, obviamente, un Harrison Wells alternativo –bueno, más o menos-, pero esto ya no es sorprendente: Tom Cavanagh ya nos ha demostrado innumerables veces su genialidad interpretativa, con las múltiples versiones de Wells de las distintas tierras y su capacidad para, con sólo un gesto o una frase, dejarnos claro a qué personaje está interpretando en cada momento, aunque vayan vestidos igual y tengan la misma cara.

¿Hay algo más guay que ver a White Canary apalizando nazis?

Pues sí… ver a Harrison Wells emulando La Gran Evasión.
La interacción entre personajes de distintas series que rara vez coinciden y la química que desprenden algunos de ellos es otro de los puntos a favor de este crossover y nos deja momentos para el recuerdo, como los momentos tiernos entre Caitlin Snow y el profesor Martin Stein, la ya esperada por todos química infinita entre Flash y Supergirl, o la sorprendente cantidad de momentos badass que comparten Iris –un personaje que por lo general suele ser bastante soso– y Felicity. Además, contar con los secundarios graciosos de cada serie –Felicity, Cisco, Rory, Winn– juntos en una misma historia siempre genera una buena dosis de risas aseguradas.

Es alucinante cómo Felicity Smoak puede pasar de ser el personaje más cómico…

…a ser la badass definitiva.
Siempre es un placer contar con nuevas apariciones de Ray Palmer como Atom y, sobre todo, con cada segundo en el que Wenworth Miller aparece para interpretar al Capitán Frío y se come la pantalla, al resto del reparto y nuestros corazones –¡y esta vez, encima, con el disfraz clásico de los cómics!-. No todo es nostalgia y ansiados reencuentros, ya que también se aprovecha para presentarnos a un nuevo superhéroe, The Ray, interpretado por Russell Tovey –sí, whovians, el mismísimo Alonso de Doctor Who… Allons-y, Alonso!-, que seguro que tendrá más apariciones y que acaba de estrenar su propia serie de animación –con la voz del propio Tovey y la de Melissa Benoist-.

ALLONS-Y, ALONSO!

Wentworth Miller siempre lo peta.
Lo único que se echa de menos en este crossover es la presencia del desternillante Plastic Man, la mejor incorporación que ha tenido la serie de Flash desde Harrison Wells –aunque, conociéndolo, es bastante comprensible que no estuviese invitado a la boda de Barry e Iris-. Pero lo poquito que le falta se compensa con creces con las grandes virtudes que tiene la historia. A destacar entre ellas, los guiños al musical de Flash y Supergirl, que con sólo verlos te entran ganas de volver a tragarte aquel mítico capítulo una vez más –los que ya habéis visto Crisis en Tierra-X… ¿habéis reconocido la canción que canta Kara?-.

Sácame una foto así, como que voy a salvar el mundo y eso.
Ya sabéis: Ninjas, nazis, robots, muchos superhéroes juntos en poses molonas… por todo esto y más, vale la pena ver Crisis en Tierra-X. Incluso si os habéis estado saltando alguna de las cuatro series –yo confieso que hace mucho que dejé Legends of Tomorrow-, podéis ver la historia y enteraros de todo perfectamente. Así que no esperéis más y dadle caña al DCverso televisivo, que es –amén de infinitamente mejor y más consistente que su homónimo cinematográfico– una de las cosas más interesantes que le han pasado a la televisión internacional en los últimos años.

Team-ups épicos…

Duelos de superhéroes…

¡…y hasta el Capitán América! Uy… no, perdón, me he confundido.
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