Si hay algo que mejor define a Better Things, es que no es una serie del tipo «solo para madres». Absolutamente no, Pamela Adlon y Louis C.K. han creado una serie tan refrescantemente diferente en su punto de vista -de lo que una audiencia pueda anticipar- sobre una serie liderada por una madre soltera.
Consideremos el papel de las madres dentro de la industria televisiva. Estas siempre caen en las categorías de: super madre, capaz de hacer bien hasta lo imposible; la mamá que asfixia a sus hijos con su amor obsesivo, y la típica madre horrible que te da pesadillas.
Por suerte tenemos a Pamela Adlon, quien interpreta a Sam Fox, una madre soltera de tres chicas -eso de por si suena complicadísimo-que trata de balancear su vida entre la maternidad, el trabajo y cuidar de su madre (Celia Imrie), que vive al otro lado de la calle.
Ciertamente los elementos para el drama son ilimitados, y eso es exactamente lo que vemos en la serie. Sin embargo, hay una calidad cómica que hace que los problemas parezcan risibles pero reales. Nuestra protagonista es fuerte, y no se deja amedrentar por los retos que le lanza la vida; es difícil no admirarla a pesar de todas sus fallas.
La dinámica familiar
Ahora bien, uno de los aspectos que más llama la atención de esta serie, es la dinámica de la familia Fox. Pues es todo lo que puedas imaginar que sea, multiplicado al cubo. Es graciosa y dramática, por momentos conflictiva y enternecedora al mismo tiempo. Y si, su representación es brutal pero increíblemente honesta, con escenas que muestran lo feo y asimismo lo hermoso de la unión de éstas cinco mujeres. Con Better things te reirás mucho, pero también tendrás un montón de lecciones para recoger en el camino.
Las hijas
Es importante destacar el trabajo actoral de las jóvenes talento Mikey Madison (Max), Hannah Alligood (Frankie) y Olivia Edward (Duke), cuyas actuaciones son impresionantes. De igual manera, el buen trabajo que los escritores están haciendo para mostrarnos unos personajes bien perfilados con sus personalidades. Cada hija es retratada de una manera realista, no como muchas otras series de hoy en día que muestran niños que se comportan poco acorde a su edad. Por el contrario, Better Things ha encontrado el equilibrio perfecto, y estos personajes se han convertido el corazón y principal foco de conflicto en la serie.
Lo mejor de Better Things
Sin lugar a dudas, lo que más distingue a Better Things de otras comedias, es que se siente como si estuvieras viendo viñetas de la vida real de sus personajes, disfrutando con ellas de su día a día. Este enfoque tan íntimo nos permite contemplar, como de manera tan sutil, Sam aprende a interactuar con sus tres hijas (muy diferentes entre sí), a tener conciencia de sus necesidades y aceptarlas por lo que son sin querer cambiarlas, sino más bien apoyarlas y darles su espacio para que cada una crezca a su ritmo.
Para finalizar, la naturaleza autobiográfica de Better Things, es lo que hace que esta comedia se sienta nueva y fresca a la vez, pero también familiar en ese sentido que hace que las risas sean catárticas y sorprendentes en igual medida.
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