Editor's Rating

Como diría Rajoy, "salen unos pequeños hilitos de comedia"

8
Gritos de Rossy de Palma
6
Enfados de Miren Ibarguren
2
Cómo de bajo ha caído Joaquín Reyes
0.5
Credibilidad de los decorados
9
El chino catalán
1
Punto que nos da Portugal (por proximidad)

Ya que estamos en tiempos eurovisivos, me atrevo a citar a la gran Remedios Amaya y sus 0 points con «Ay, ¿quién maneja mi barca, quién? Que a la deriva me lleva, ¿quién?» Canción que viene a ser un buen resumen de lo que el lunes pudimos ver en Telecinco con el estreno de Anclados, una serie que no niego que pueda llegar a buen puerto pero que, ahora mismo, está perdida en medio del océano. Qué marítimo todo.

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Anclados para teenagers. O sea, «Zack y Cody. Todos a bordo»

Dejamos los barrios marginales y los extrarradios urbanizados para embarcar en la versión adulta de Zack y Cody. Todos a bordo. Ya que no tenemos dinero, riámonos de gente que las pasa canutas en un crucero.

La serie es la nueva comedia de Globomedia, es decir, la heredera directa de Aída. Todo apuntaba a que se parecerían mucho pero lo cierto es que no ha sido tanto así. Anclados sí bebe de ese «humor de barrio» en plan festival de estereotipos de bajos fondos que tanto arrasaba en Aída pero, por suerte, apuesta por unos diálogos más fluídos, menos reconstruídos para el chiste, buscando la gracia en un tono más de enredo. Algo que me parecería estupendo… si funcionase.

Anclados tiene buenos puntos, pero difíciles carcajadas. En los ¡70 minutazos! de capítulo a mí logró arrancarme una risita y un par de sonrisas. No sé si falta más chispa, más acción, más enredo o, simplemente, más recorrido que solo el tiempo puede dar. El caso es que no hace toda la gracia que debiera con originales personajes como el chino catalán interpretado por Alberto Jo Lee que, para mí, es la gran estrella del show. Personajes que tienen madera para calar hondo, pero que aún no han convencido.

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«Ahora poned cara de espectadores viendo la serie», dijo el director

Por muy bien que hayan estado Rossy de Palma o Úrsula Corberó, no hay forma de sacar a flote una serie cuyos decorados cantan más a mentira que el instagram de Anna Allen. Todo demasiado falso y artificial, con una iluminación en plan baño de luz que para saber si están en interior o en exterior hay que mirar si hay moqueta. ¿Y qué pinta en todo esto Joaquín Reyes? Que a parte de que está en la sopa parece que le vale cualquier proyecto… y a ver, tampoco es que esté muy fino en Anclados.

Las audiencias de próximas semanas dirán si el éxito de ayer fue cosa de un día, de probar algo nuevo en plan Brad Pitt, o si a la gente realmente le ha gustado la serie. Pero creo que no me equivoco cuando digo que la de Anclados es una carrera de fondo. Mejorará según avancen los capítulos. Eso sí, yo no estaré ahí para verlo.