Parece que no le va nada mal a Ryan Murphy. El veterano productor estadounidense, responsable de los éxitos de Nip / Tuck y Glee, entre otras, compagina tres series a la vez, que son la longeva American Horror Story, Scream Queens y la que hoy nos ocupa, American Crime Story, que nace como otra serie antología, hermana de la dedicada al terror. Pudiera parecer que estamos ante otro artificio más de la factoría Murphy, pero el hecho de que su nueva producción haya arrebatado el Emmy a la mejor miniserie a dos pesos pesados como son la segunda entrega de Fargo y El infiltrado (The Night Manager, una de las revelaciones de la temporada) nos lleva a darle, al menos, una oportunidad.
American Crime Story surge como una antología dedicada a sonados casos de la historia criminal de Estados Unidos. El primero de ellos es el apodado «juicio del siglo», en el que el popular jugador de fútbol americano y actor O. J. Simpson fue juzgado por el asesinato de su exmujer y del compañero sentimental de esta en 1994. La serie de diez episodios no se queda en el mero revuelo mediático (al estilo de Perdida) ni en los detalles escabrosos, sino que aprovecha el contexto de los sucesos para reflexionar acerca de polémicas tan sangrantes como la brutalidad policial o la segregación y discriminación racial para, a continuación, establecer notables paralelismos con los sucesos de nuestros días. Así, la serie de FX se convierte en la secuela espiritual de la magistral Show Me a Hero.
Los guionistas y responsables de este rico mosaico son Scott Alexander y Larry Karaszewski (dúo responsable de los libretos de Ed Wood y Man on the Moon), cuyas palabras cobran una nueva dimensión con el ritmo vertiginoso que conceden a los juicios una cosecha de directores expertos como John Singleton (Boyz n the Hood), Anthony Hemingway (The Newsroom) o el propio Murphy. A lo largo de los diez episodios, se enfatiza que no se trata de demostrar si O. J. es o no culpable (basta una sencilla búsqueda en san Google para verificarlo), sino del arte de contar historias y ver quién narra la más convincente. The People v. OJ Simspson es también una serie de actores, pues cuenta con un reparto que hace un gran ejercicio dramático al que se le suma una caracterización excelente. Por el juzgado de Los Ángeles desfilan rostros de cine, como un recuperado Cuba Gooding Jr. (que llevaba años sumido en la serie B más casposa tras haber ganado un Oscar), Bruce Greenwood (Star Trek), Nathan Lane (Una jaula de grillos) y John Travolta (Pulp Fiction), que sorprende por su trabajo interpretativo. Quienes de verdad dejan a los espectadores clavados en el sofá son los protagonistas: David Schwimmer, que aparta al Ross de Friends para dar vida al abogado Robert Kardashian, fundador del circo mediático que aún padecemos hoy en día; Courtney B. Vance, secundario curtido en decenas de series; Sterling K. Brown, que ahora protagoniza This Is Us; y, por encima de todos, Sarah Paulson. La actriz, que había despuntado en cine (Mud y Doce años de esclavitud) y televisión (Deadwood y American Horror Story), compone un personaje rico y complejo, una mujer implacable y cercana y, al final de la serie, es con la fiscal Marcia con quien se quedan los espectadores.
American Crime Story: The People v. OJ Simpson nos deja una temporada vibrante y profunda, que explora el circo mediático y los conflictos raciales que rodearon a uno de los escándalos más sonados de finales del siglo pasado. Debido a su éxito, se ha confirmado una segunda temporada, que tal vez pueda dedicarse al huracán Katrina, las negligencias que se cometieron y sus consecuencias. Por el momento, no se pierdan esta entrega.
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