Si hay una serie que nos ha dado la vida durante esta última temporada, esta ha sido Halt and Catch Fire. La serie, que llegó cuando muchos dudábamos de la capacidad de AMC de volver a crear algo de calidad, nos consiguió enamorar a todos. Y, después de comenzar su primera temporada con muchas buenas intenciones pero aún sin ser capaz del todo de obligarnos a deshacernos de nuestras dudas respecto a la cadena, se las apañó para acabarla por todo lo alto. Y así se convirtió en una pequeña joya que ya comenzó su segunda temporada como una de las nuevas imprescindibles. Ya sin esas dudas iniciales y habiéndose encontrado a sí misma, la segunda temporada nos ha seguido dando un poco más de lo mejor de la serie. Y episodio a episodio nos ha vuelto a demostrar que es una de esas joyitas con las que nos cruzamos muy de vez en cuando. Una serie a la que siempre merece la pena echarle un vistazo, y que nunca me cansaré de recomendar.

Lo que, de todos modos, no significa que todo el mundo sea capaz de ver la maravilla que es Halt and Catch Fire y toda su colección de personajes. Razón por la que prácticamente solo la hemos estado siguiendo cuatro gatos. Y eso es incluyendo a todos los familiares de los actores. Así pues, no es de extrañar que aún no tengamos noticias de su posible renovación, una renovación que, en todo caso, sigue siendo improbable. Pero aun así tremendamente necesaria. ¿Que por qué? Pues aquí tenéis cinco razones.

Las expectativas del futuro
Esta segunda temporada acaba de una forma relativamente cerrada con la historia contada hasta ahora, sí, pero también abre puertas que hacen que el planteamiento de una hipotética tercera temporada con muchísimo potencial. Para empezar, tenemos a Mutiny de algún modo empezando de nuevo, Bos incluido, en Silicon Valley, con lo que la serie se ha situado en el punto perfecto para explorar la Silicon Valley de los ochenta. Y eso, amigos, tiene muchas posibilidades. Si el punto de vista de los pioneros informáticos en un momento tan clave es algo que siempre ha sido uno de los alicientes para ver la serie, este planteamiento podría hacerlo incluso más interesante.

A todo esto debemos añadir, por supuesto, la situación tan interesante y demoledora en la que se encuentra el matrimonio de Donna y Gordon. Y el punto de su propio viaje en que se encuentra Joe después de toda una temporada intentando a toda costa luchar contra lo esperado de él y recibiendo bofetadas como recompensa.

Cameron y Donna son de los mejores personajes femeninos en televisión

En un mundo televisivo donde el antihéroe masculino ha sido adoptado prácticamente como elemento imprescindible en una serie de calidad, el hecho de que buena parte del peso de Halt and Catch Fire recaiga sobre Cameron y Donna es especialmente importante. Cameron y Donna son dos personajes complejos, llenos de matices, a los que a veces queremos y a veces no. Son personajes femeninos de esos que debería haber muchos más en televisión. Y son, ante todo, dos pedazo de personajes tremendamente interesantes.

Porque no son ni mucho menos perfectas, pero ahí está parte de lo que las hace tan estupendamente construidas. Cameron es inteligente y tiene un punto de rebelión muy atractivo, pero también es caprichosa y egoísta, y tiene unas reacciones que a veces nos hacen cuestionarnos cómo es que el resto son capaces de aguantarla. Cameron no siempre resulta simpática o agradable, no para el que la ve desde casa. Pero al mismo tiempo es un personaje impecablemente construido. Y luego está, claro, la que para muchos es LA mujer: Donna. Ella, que comenzó enfrentándose a las equivocadas expectativas del espectador, que acostumbrado a los arquetipos de los últimos años, estaba preparado para odiarla por poner freno a los planes de los hombres de la serie, demostró ser tan central o más que el resto. Y más inteligente, y más imaginativa. Donna es una mujer ambiciosa. Es una madre de familia que a veces se siente restringida por esa etiqueta, por ese papel. Y que se siente culpable, y que no debe hacerlo. Verla existir ante nuestros ojos es uno de los grandes regalos que nos ha hecho la serie de AMC.

Con Joe nos engañaron a todos
De todos modos, Donna no es la única que ha desafiado a las expectativas. Joe, para mí, es uno de los puntos más interesantes de toda la serie, y desde luego que no era lo que esperaba cuando comenzó. Al empezar la serie, el personaje interpretado por Lee Pace parecía ser una especie de versión de rebajas de Don Draper, un personaje que ya habíamos visto y que igual no necesitábamos volver a ver tan pronto.

Pero pronto demostró que era mucho más. La complejidad emocional de Joe, esa colección de traumas y errores, de impulsos y matices, es mucho más de lo que nos podíamos haber imaginado. Y verlo esta temporada intentar ser la mejor versión de sí mismo, intentarlo y volver a intentarlo, y ver cómo el mundo lo dudaba y lo culpaba ha sido demoledor. Y absolutamente fascinante. Y, por supuesto, nunca está de más recordar lo raro que es tener un personaje bisexual como uno de los protagonistas de una serie.

A todos nos gusta sufrir con nuestras series
Halt and Catch Fire es una serie que se ve siempre con el corazón. Es una serie con la que vamos a sentir todo lo que les ocurra a sus protagonistas, y eso significa que vamos a sufrir con ellos. Por supuesto, para eso es necesario que de hecho nos importe lo que les ocurre a cada uno de ellos.

Pero ya digo que esta es una serie que lo consigue sin despeinarse. Todos sus personajes tienen una complejidad que al mismo tiempo es sencilla, y lo es porque es tremendamente humana y reconocible. Son personajes fuertes, sí, pero también tremendamente vulnerables. Y cuando a la serie le apetece hacer que lo pasen mal, dad por seguro que nosotros también vamos a sufrir con ellos. Y vamos a agradecerlo.

Looks y música ochenteros
Por último, pero no menos importante, Halt and Catch Fire es una serie que es una gozada de ver. Ya simplemente por esa estética, por esos looks tan ochenteros y tan bien conseguidos, merece la pena. Y si eso lo extendemos también a unas elecciones musicales que siempre están a la altura, nos encontramos ante una razón más por la que esta serie merece una tercera temporada

No sabemos si finalmente tendremos suerte y la serie se las apañará para conseguir un milagro. Está difícil, somos conscientes, pero siempre podemos guardar esperanza. Al fin y al cabo, de algo le tienen que servir a la AMC sus colecciones de zombies arrasando en audiencia. Y si hay una causa mejor en la que invertir que una serie tan estupenda, que me la digan.